Horacio Rodríguez Larreta da en estas horas el primer paso para el plan de su reelección como jefe de gobierno porteño. Su gobierno presentará un proyecto de código electoral de la ciudad de Buenos Aires que creará una instancia electoral en la justicia local y un primer formato de régimen de financiamiento o de las campañas.
El punto más importante de ese debate será la aprobación de una ley para que el año que viene las elecciones locales se hagan en la misma fecha de las nacionales. Según la legislación del distrito esas elecciones deben hacerse en fechas distintas, pero una ley puede salvar esa restricción.
La intención es que la unificación de fechas permita la atracción de los votos que puede s tener una candidatura a presidente de Mauricio Macri por sobre el conjunto de las propuestas de Cambiemos en la ciudad. Empezando por la candidatura de Larreta a un nuevo mandato. Esas dos reelecciones se pretenden replicar en la provincia de Buenos Aires para que María Eugenia Vidal tenga un segundo mandato.
El proyecto de reelección de Cambiemos basa su estrategia en un armado electoral que acerque el triunfo en primera vuelta. Confronta con la estrategia del peronismo que 1) desdoblará las elecciones locales de las nacionales en las provincias que gobierna; 2) ofrecerá varias propuestas de candidatos peronistas en la primera vuelta de maneta de evitar que Cambiemos coopte tribus peronistas en todo el país. Con esa fragmentación intentarán que haya segunda vuelta. Si eso se produce, hay un consenso de que no habrá tribu peronista que no se alinee detrás del candidato del partido con más intención de voto. Los años pasados en la oposición a Cambiemos les han dejado en claro que esto, para ellos, no es vida y que no hay ningún negocio mejor que se ser gobierno. No hay caricia, moral o material, que mitigue de tanto dolor.
El proyecto de creación de una cámara Electoral será una oportunidad para el loteo de cargos con fuerzas de oposición que pueden aportar los votos para llegar a los 40 que necesita una ley electoral en la ciudad. Cambiemos tiene hoy 34 bancas y puede sumar votos del socialismo, del radicalismo o de alguno de los dos bloques peronistas. Hay para repartir. Hoy, sin código ni fuero electoral, el Superior Tribunal de Justicia tiene a su cargo la alzada electoral. El código nacional tiene aplicación supletoria en la ciudad.
La unificación de fechas le conviene a los partidos que tienen candidato a presidente, que serán en 2019 Cambiemos y el peronismo, por lo menos. Las fuerzas del distrito se resisten porque sus postulantes sufren pérdidas por el arrastre que tienen en el público las campañas nacionales.
En cuanto al financiamiento, el formato del proyecto local seguirá los lineamientos que propone el ministerio del Interior para una nueva ley nacional. La idea es autorizar a empresas y sindicatos para que puedan financiar campañas, algo que hoy está prohibido.
Este debate es inminente en el Congreso, y la Legislatura lo replicará, porque tanto Cambiemos como el Frente para la Victoria tienen impugnadas las rendiciones de los gastos de la campaña presidencial de 2015.
Los auditores de la justicia electoral le reprochan a Cambiemos que usó dinero aportado por empresas al partido Pro para pagar campaña. Esto sería un atajo para eludir la prohibición. El FpV tiene observada la rendición de cuentas porque pagó con aportes de particulares. Cuando auditaron la capacidad contributiva de esos aportantes, el cruce de datos fiscales demostró que muchos eran insolventes.
Estas observaciones mortifican a los apoderados de los partidos porque se vienen las elecciones de 2019 y si siguen observados pueden no tener aportes. La nueva ley se vuelve necesaria porque, sea el resultado que tenga, contendrá cláusulas transitorias de olvido y perdón para esos refalones financieros.
Foto: Horacio Rodríguez Larreta recibe el amor de su pueblo en la cárcel de Devoto – afuera, se entiende. Anunció la demolición junto a Diego Santilli y Germán Garavano.