El día del Papa provocó una ola de pronunciamientos clericales sobre la relación del papa Francisco y la Iglesia, y la política agónica. Se entiende por la cercanía de las elecciones. La pelea por el poder suele alinear a las instituciones de la sociedad la Iglesia no escapa a eso. Como la institución está identificada históricamente con el peronismo, esos posicionamientos la dejan en off side en los debates. El peronismo pide misas, va a misas, expone a sus dirigentes junto a ese partido y levanta, para confrontar con el oficialismo, la consignas históricas de la Iglesia. Muchas de ellas alcanzan relieve por la personalidad del papa Francisco, identificado también con el peronismo.
La situación genera espejismos en la colectividad católica, que mira esos posicionamientos como si fueran promovidos institucionalmente por la Iglesia, cuando en realidad la institución sólo los tolera porque fideliza voluntades.
En una semana las dos alas del francisquismo, la conferencia Episcopal, y los curas villeros, salieron al unísono a decir que Francisco no juega en politica y criticaron a los voceros tolerados por Roma, en un intento de ordenar un debate que está envenenado por la política agónica.
Oscar Ojea – presidente de la conferencia episcopal, criticó que “se lo presente al Papa como partidario de una facción, con un estilo mentiroso que se da muchísimo en algunos medios, y busca ponerlo en una contradicción, una brecha que tiene que ver con no dejarlo ser Papa” (http://episcopado.org/contenidos.php?id=2069&tipo=unica).
Los curas villeros, representados en el arzobispo adjunto de la Capital, Gustavo Carrara, se indignaron por la atribución de intenciones políticas al Papa, cuando ese sector habla de política todo el tiempo. “Nuevamente en estos días se levantan en el país algunas voces de comunicadores y voceros auto posicionados que, con mentiras y enfoques tendenciosos, intentan presentar a la persona del Papa, involucrado activamente en el armado político. La insistencia y la multiforme manera de expandir este engaño, parece obedecer al antiguo dicho “miente, miente, que algo quedará”. De esta forma Francisco, que ha tenido la prudencia de privarse de visitar su tierra, en estos tiempos de acentuada tendencia a rivalizar y polarizar todo, parece ahora, por la manipulación de algunas informaciones que trascendieron a través de medios de comunicación, quedar mezclado en un armado partidista local. Confunden al resto quienes, en el afán de usar la figura del Papa para ponerlo de un lado u otro de la grieta, se posicionan tanto como amigos y voceros, cuanto como reveladores que descubren el pensamiento y palabra de Francisco”. http://www.aica.org/documentos-s-T3Ryb3MgZG9jdW1lbnRvcw==-7857.
Un repaso del libro “El Papa peronista” (https://www.planetadelibros.com.ar/l-291929 vía @PlanetaLibrosAr), aparecido este año, puede ayudar a aplacar el pánico de estos guardabosques papales, que intentan podar una foresta que no tiene oscuridades. Ese libro, que agotó ya dos ediciones, muestra cómo la atribución de “peronista” hiere a los curas, y también a los políticos peronistas, que han internalizado la palabra “peronista” como un insulto.
En el prólogo al libro, se explica: “Desde joven, los maestros y los pares de Bergoglio dijeron que era una personalidad «muy espiritual y a la vez muy política». Conocer cómo fue su ascenso sin prisa y sin pausa de cura párroco barrial a pontífice romano invita a una mirada crítica sobre su método para acumular fuerza y poder, sobre su destreza estratégica para alcanzar sus objetivos y sobre su capacidad para conducir y manejar voluntades ajenas. En los últimos veinte años, la actuación de Bergoglio puede haber sido
la de un agente discreto o secreto que operaba sobre la vida nacional. El público, sin embargo, no duda en identificarlo como hombre de la política. Una encuesta de 2018 sobre la imagen de dirigentes colocó al Papa en el primer lugar como el político con mejor imagen. Bergoglio quedó arriba de todos los políticos argentinos, con el máximo porcentaje de conocimiento bruto (99%) y con 65% de adhesiones y 35% de rechazos.
También en 2018, un sondeo sobre credibilidad detectó al Papa a la cabeza del listado: es el personaje público más creíble, 19,9 puntos porcentuales por encima del que le sigue, y con un 52,7% de adhesiones y un 32,8% de rechazos. Que Bergoglio haya permanecido por debajo del radar de los observadores y analistas políticos habla menos del fracaso de estos que del buen éxito del cardenal primado de la Argentina. Hasta que llegó a ser el Papa Francisco, supo invisibilizarse ante el gran público. Antes de ese momento, era un producto exclusivo para la clientela clerical. Teníamos al hombre más importante de la historia argentina a la vuelta de casa y no nos habíamos dado cuenta”. (Pp. 13/4).
El libro
“El Papa peronista” fue elaborado en los dos últimos años, después de terminar “Macri Confidencial” (Planeta, 2016), sobre la base de un trabajo de investigación periodística e histórica que me llevó de Buenos Aires al Vaticano, pasando por otras ciudades en donde recopilé información inédita y nunca contada.
El trabajo incluye el resultado de más de un centenar de entrevistas con todos los protagonistas de la historia política contemporánea. Se hicieron según el formato de charlas de trasfondo profundo (deep background) y bajo el compromiso de confidencialidad., que han quedado registradas en archivos de audio.
Es el primer libro sobre la actuación política del papa Bergoglio que se escribe desde un ángulo no religioso y pone de manifiesto su compromiso con el peronismo. Bergoglio traslada el contenido y métodos de esa formación argentina al vértice del poder de la organización relogiosa más importante del mundo. Su papado puede leerse como una planetarización de la cultura argentina.
El libro tiene una gran portada, diseñada sobre una fotografía de Víctor Buggé, celebrado artista de la imagen y fotógrafo de la Presidencia de la Nación. La imagen es inédita y fue registrada por Buggé durante una estadía que hizo en Ciudad del Vaticano con libertad, durante varios días, para fotografiar al papa Francisco en su intimidad y en sus actos públicos:
©Víctor Buggé
Reproduzco algunos párrafos del prólogo:
- “”Nuestra narración se concentra en los juegos de fuerzas políticas que a lo largo de cinco décadas hicieron que un jesuita poco conocido por el público, ausente hasta hace poco de las crónicas políticas y la historiografía nacional, saltara a una posición universal que lo convierte en el argentino más importante de la historia.”
- “En los últimos veinte años, la actuación de Bergoglio puede haber sido la de un agente discreto o secreto que operaba sobre la vida nacional. El público, sin embargo, no duda en identificarlo como hombre de la política. Una encuesta de 2018 sobre la imagen de dirigentes colocó al Papa en el primer lugar como el político con mejor imagen.”
- “La ausencia de estudios sobre el Bergoglio político hizo necesario reconstruir el relato de sus relaciones con los gobiernos argentinos de los últimos veinte años. La narración sobre esos años busca explicar la paradoja que desconcierta al público como una contradicción: ¿por qué un peronista como Bergoglio se enfrentó con tanto encono con las dos presidencias Kirchner?”
- “En las puertas del año electoral 2019, las inquinas se cargan de ideología. Francisco es el Papa globalifóbico y anticapitalista que representa a los excluidos de un mundo en donde lucha la gente de Somewhere (alguna parte) contra la gente de Anywhere (de cualquier parte). Los que solo saben sobrevivir en su tierra y su cultura están en guerra con los que cuentan con capacidades, habilidades y recursos para adaptarse a cualquier lugar.”
- “Este libro ha sido pensado y escrito desde la perspectiva estricta de la política, entendida como la lucha para ganar, mantener y perder (o no) el poder”.
También ofrezco el índice: