Cómo Massa se apropió de la bandera de la suspensión de las PASO
La jugosa visita de Sergio Uñac a Diputados del miércoles pasado, tuvo también como motivo preguntar por qué las partidas prometidas no figuraban en el texto que iba a tratar el Senado el jueves. Esto no ocurría cuando los proyectos se traficaban en papel. Las dichosas planillas que faltaron en la sesión de los Senadores nunca habían llegado en papel a Diputados, ni al Senado. Y eso que habían sido objeto de interminables discusiones en las oficinas de Hacienda, donde manda Raúl Rigo y los bloques de Diputados. El último hilván se lo dieron los economistas que integran el equipo de Massa, que es el mismo que trabajaba con Miguel Pichetto cuando el exsenador era el enlace entre el peronismo real del Congreso y los gobernadores. Ese equipo lo integran estrellas rutilantes como Martín Redrado, Diego Bossio, Miguel Peirano y otros. Por eso estas modificaciones las festeja Massa como propias; muestra un poder que sus socios de la trifecta no tienen, y con eso les gana casillas.
El entusiasmo le hace buscar también la delantera en iniciativas que pueden asegurarle un puesto como vicario de los gobernadores. El mismo rol que tenía antes Pichetto, constructor de aquella alternativa del peronismo con la Mesa de los 4 en la que se sentaban él, Pichetto, Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y, de pie para entrar y salir a su gana, Roberto Lavagna. Este armado de Massa puede blindar la unidad del peronismo, con él de seguro, algo que está lejos de lograr Cristina – que es una prenda de nuevas divisiones- y Alberto, desmadejado por sus desvelos con la economía y la peste. A esta estrategia responde el intento de apropiarse de un proyecto de Olivos, que tiene apoyo de los gobernadores, como es la suspensión de las primarias PASO el año que viene. Es una iniciativa vieja del oficialismo -al que le basta con la lapicera de quien gobierna para armar las listas- anterior al gran justificativo de hoy, que es la salud en medio de la peste. Con la audacia del listo del pueblo, que Massa exhibe cuando comienza a girar la rueda de la fortuna -imagínese una ruleta en movimiento- armó el escenario para que el diputado por Río Negro Luis Di Giacomo lanzase el proyecto en el recinto, cuando nadie lo esperaba.
Coreografías de un audaz
Fue así. El miércoles de la sesión, Sergio Uñac almorzó con Massa. El sanjuanino es uno de los voceros de la posición dentro del peronismo en favor de la suspensión de las PASO, rol para el que tiene el respaldo de Olivos y también de otros mandatarios que expresan este proyecto, como Schiaretti. En ese almuerzo, Uñac le dijo a Massa que el Congreso debía tomar la iniciativa del proyecto. El jefe de los diputados le adelantó que Di Giacomo iba a plantear el tema en el recinto. Buscó así amortiguar el efecto de esa irrupción sorpresiva, de un tema que sólo puede avanzar con una negociación fina con la oposición, que está en contra de la suspensión, por lo menos en la mayoría de Juntos por el Cambio.
En esa charla se habló de usar un proyecto del opositor Pablo Tonelli, que ha rechazado la PASO como método desde que existe. Ideal para desbaratar reacciones. Había que amortiguar el golpe, porque sabe Massa que hay sectores cristinistas extremos no convencidos de suspender las PASO en la provincia de Buenos Aires. Creen que si no hay PASO tendrán dificultades de hacer competir a sus dirigentes con los caciques que dominan en nombre del peronismo orgánico, que buscan mantener posiciones pese a las amenazas de desplazarlos, con proyectos como el de Vidal-Massa para impedir su tercera reelección. Massa fue quien disparó el debate hace un par de meses: la posibilidad de suspender las PASO por lo menos en Buenos Aires.
Más lejos de la oposición que nunca
Cuando comenzaba la sesión, Massa conversó con Cristian Ritondo -jefe del bloque del PRO- y Cecilia Moreau -que maneja el bloque del Frente de Todos, ante la ausencia manifiesta en estos entuertos de Máximo Kirchner-, y les avisó que Di Giacomo iba a pedir la palabra para meter el debate de la suspensión de las PASO, con un pedido de apartamiento del orden del día. Este tipo de pedidos necesita altas mayorías, y para esa sesión, la reunión de Labor Parlamentaria había acordado que no las habría. Di Giacomo lo sabía, aunque deslizó que debía consultar con su bloque si insistía o no en el pedido. A Ritondo y a Cecilia, Massa les dijo que el tema de ese pedido eran las PASO, y que “eso nos trae quilombo a todos, vamos a pedirle que lo retire”. Es lo que ocurrió, pero después de que el rionegrino expusiese sus argumentos con un discurso que instaló el team, y motivó el apoyo de Graciela Camaño.
La diputada había pedido hace algunos meses que Massa integre una comisión de Diputados para tratar todas las emergencias Covid sobre las elecciones. Tanto despliegue discursivo motivó la enérgica protesta de Mario Negri por el tiempo que le daba Massa a un asunto sin acuerdo, en una sesión que, según los protocolos vigentes, sólo debía tratar temas pactados. Massa volvió a citar a los jefes de bloque a la mesa de la Presidencia y les reclamó que pidieran el retiro del apartamiento. Di Giacomo la retiró y completó el montaje. Negri insistió en que Massa no conducía la sesión como debía, y éste se indignó, con una respuesta igualmente violenta: “En la próxima elección de autoridades tiene la posibilidad de elegir otro presidente”. Negri. – “Por supuesto que la voy a ejercer”.
López Murphy pone pausa
El enjambre conservador, que prefiere decirse liberal por su apuesta a recetas económicas, lanzó una mesa de cuatro patas, pero debe conciliar personalidades tan diversas como las de Javier Milei, José Luis Espert, Cynthia Hotton, Ricardo López Gottig, Carlos Maslaton, Eduardo Sadous, Gustavo Lázzari, Diana Mondino, Irma Argüello, Ricardo Balestra, Pedro Vigneau, Darío Lopérfido, etc. Son muy críticos del PRO macrista y buscan armar una lista de ese segmento para 2021, sabiendo que en 2023 deberán acomodarse a un frente que exprese al voto no peronista. Lamentan que Ricardo López Murphy, el más notable de todos esos nombres, le haya puesto pausa a la actividad partidaria para concentrarse en tareas académicas en el CEMA. Ahí tendrán que revisar su anti-macrismo y su anti-radicalismo.
Este dilema se replica en muchos distritos del interior, adonde el Partido Demócrata Nacional de Carlos Balter y el Autonomismo de Romero Feris han cerrado un compromiso de independencia. En Mendoza, adonde el Partido Demócrata estuvo en la alianza Cambiemos en 2019, se han apartado y van a elecciones separados. Hoy los separa el proyecto del gobernador radical Rodolfo Suarez de reformar la constitución. En la CABA los demócratas van a una elección interna en la que confrontan también larretistas como Eduardo Santamarina, con los independentistas Guillermo MacLoughlin, Alberto Allende Iriarte y Ricardo Balestra.
(De la columna “Los besos de Alberto Fernández, el ajuste de Cristina y la alianza Larreta-Vidal”, Avant Premiere, en Clarín de hoy – ttps://clar.in/36Dour5?fromRef=twitter)