El peronismo kamikaze de la CABA
La demolición del sistema político que sostiene a Larreta es un objetivo del peronismo que está dispuesto a llevarse puesto también el poder del peronismo en el distrito. En los gobiernos que siguieron a la autonomía – de Fernando de la Rúa a Larreta – el peronismo actuó como socio. Ese connubio en la aprobación de leyes recibió el nombre de “La Cooperativa” según el término que usó el diputado Julio Raffo, cuando la denunció en la Legislatura. Néstor Kirchner justificó siempre sus desaires e intervenciones en el distrito, poniendo y sacando gente de las listas, en que el peronismo porteño nunca ganaba elecciones, y además colaboraban con sus adversarios. Era el reproche que le hacía al sindicalista de los porteros Victor Santa María, que justificaba la asociación en la necesidad de supervivencia del peronismo. Lo mismo ante los acuerdos que tejía, y aun teje, el hoy asesor presidencial Juan Manuel Olmos, con sectores del radicalismo como el de Daniel Angelici.
El ataque terminal sobre Larreta rompe estos acuerdos subterráneos y pone en emergencia a los peronistas que hoy entornan a Alberto en Olivos, como Santa María – gravitante en el sistema de medios a través de Francisco Meritello o el ministerio de Nicolás Trotta -. Han perdido su capacidad de sostener un sistema de cohabitación con el macrismo, y su situación peligra.
Larreta está en mejor posición porque el macrismo sobrevivió desde 2005 ganando elecciones en el distrito contra gobiernos como los de Néstor y Cristina de Kirchner, que le hacían la vida imposible. Le restaban capacidad de financiamiento, lo hostigaban con traspasos inoportunos de subtes y otros agravios políticos y financieros. Pero igual le siguieron ganando hasta ahora, incluyendo la exitosa elección presidencial de 2015. Si algo saben, es sobrevivir en la intemperie. Los peronistas que colaboraban con ellos pierden ahora la única posibilidad de existencia, que era su sociedad con el Pro. Desde su actual posición les es muy difícil mantener los privilegios que obtenían con sus amigos en la administración de la Ciudad. Ponen en peligro su capacidad de “refill”, como ilustró un entendedor de esas cosas. Son los kamikazes que arriesgan la vida con tal de destruir a su enemigo.
Migraciones
La tensión del fin del año favorece las migraciones – Macri a la Patagonia, Álvaro a los Estados Unidos, Cristian Ritondo a Orense (por eso tampoco estuvo en Vicente López, aunque es autoridad del bloque Pro), Pichetto a Viedma, apenas terminó su reunión con Macri. El senador también planea un despliegue territorial del Peronismo Republicano. Esta fuerza, que busca ser el cuarto aliado de lo que es hoy Juntos por el Cambio, espera poder presentarse en un acto nacional y presencial en la última semana de febrero.
El grupo, del cual forma parte Yoma para sumar provincias del centro y Norte, tiene como fogoneros a Ramón Puerta, Joaquín de la Torre, Miguel Toma, que discutieron con Larreta la oportunidad de una interna que disipe el panorama de las candidaturas del 2023. Ocurrió antes de la cumbre de Vicente López en las oficinas del jefe de gobierno en la calle Uspallata. El trazo grueso de la charla pasa por: 1) un cambio de nombre de Juntos por el Cambio a “Juntos”, en degradación lenta de Cambiemos. El año pasado ya hubo un cambio de lema cuando Pichetto se sumó a la fórmula con Macri. Su primera condición fue: No puedo ser candidato de Cambiemos, y ahí murió la primera marca; 2) una interna de candidatos presidenciales de cada fuerza, previa a lo que pueden ser las PASO de 2023. Larreta admite y piensa en internas muy tempranas, para que se descanten liderazgos en las cuatro fuerzas que hoy forman el espacio, el Pro, la UCR, la Coalición y el Peronismo Republicano. Las querría para el año que viene; 3) sobre 2021 hay claridades establecidas: Macri no será candidato, Larreta no la necesita a Vidal en la CABA, tiene que sostener su relación con los radicales del distrito con la zanahoria de una PASO para Martin Lousteau, la aparición de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires es empática con el proyecto presidencial de Larreta, aunque por ahora se trata sólo de una fabricación de imagen y de notoriedad. Las candidaturas, reconoce Santilli, se eligen entre quienes miden. Si querés ser candidato, tenés que medir.
(De la columna “La batalla por las PASO, la estrategia de Macri y la vulnerabilidad de Larreta” – Avant Premiere en Clarín de hoy: https://clar.in/37XzRel?fromRef=twitter)