SE VA DISCUTIR POR MUCHO TIEMPO SI LA LEY CERROJO QUE VOTÓ EL SENDO ESTA MADRUGADA, SIRVE PARA ALGO, O PARA NADA. POR AHORA, LO MÁS JUGOSO ES EL DEBATE EN EL RECINTO, ADONDE LA NOVEDAD MÁS IMPORTANTE FUE LA SESIÓN DE TERAPIA PÚBLICA A LA QUE SE SOMETIÓ, DE MADRUGADA, MIGUEL PICHETTO. EN SU DISCURSO REVELÓ ENTRETELAS DEL PERONISMO QUE NO SUELEN MOSTRARSE EN PÚBLICO. EXPLICÓ CÓMO FUNCIONA LA OBEDIENCIA DEBIDA Y SUS LÍMITES. DIJO QUE SE LIBERÓ DEL CERROJO A QUE LO SOMETÍA EL ANTERIOR GOBIERNO. AHORA, DICE, PUEDO PENSAR, PORQUE ANTES – CUANDO GOBERNÁBAMOS EL JUEGO ERA OTRO. TAMBIÉN FUE REVELADORA SU ADVERTENCIA SOBRE LA CRUZADA ÉTICA Y SUS CONSECUENCIAS POLÍTICAS. UN POCO DE ÉTICA, VINO A DECIR, PERO NO TANTO. ESE DISCURSO LO DIO AL TERMINAR LA SESIÓN EN LA MADRUGADA DE HOY Y FUE OTRA MUESTRA DE PERONISMO, AL EXPLICAR EL SENADOR UNA POSICIÓN SOBRE EL PROYECTO Y JUSTIFICAR EL VOTO POR LA CONTRARIA. ES LO QUE LLAMABA LORENZO MIGUEL, UN DISCURSO “PERONÍSTICO”. ESA CONFESIÓN LA COMPLETÓ CON OTRA, MÁS DESPIADADA: QUE LA CULPA ES ALGO CRISTIANO QUE A ÉL NO LE TOCA. VEAMOS LOS TEXTUALES DE LA SESIÓN
- Pichetto despierta del sueño dogmático: recuperé la capacidad de pensar
“Quiero ser honesto y decir lo que pienso. Miren: yo estuve en un proceso de lealtad indisoluble con mi gobierno hasta el último día, hasta el último minuto. Mi último intento fue sacar la ley del Turbio porque era un problema importante para la provincia de Santa Cruz, donde hay trabajadores que están desocupados. Y lo vamos a intentar: vamos a sacar dictamen en la comisión. Pero cuando la presidenta se fue y nos despidió en Olivos nos dijo que hay que tratar de ayudar al gobierno, no hay que bloquear, ahora viene un debate mucho más horizontal. Y, bueno, yo he recuperado la capacidad de pensar y reflexionar y de decir lo que realmente pienso. Ya no estoy atado por las obligaciones que me determinaba ser gobierno y oficialismo. Y yo asumo al peronismo con toda la historia, con la defensa de todos los gobiernos: con lo que fue el peronismo del 70; con las horas dramáticas; con la violencia; con todo lo que vivimos; lo que fue el gobierno de Carlos Menem con el voto popular, además, y que tuvo legitimación en la segunda oportunidad con cerca de un 50 por ciento; con lo que fue el período de 12 años; con lo que nos tocó gobernar en las crisis. Siempre hemos sido un partido de acción y de gobierno y hemos dado la cara, con errores y con aciertos; y yo no asumo al peronismo con beneficio de inventario, ni tampoco con el discurso nostálgico del domingo a la tarde, la melancolía que a uno lo atrapa el domingo por la tarde. Lo asumo con todos los claroscuros que tiene mi partido; y defiendo cada una de las acciones. El otro día, leía a un comentarista en un diario gráfico que decía: “Pichetto ahora, claro, cambió: decía que antes no había que discutir”. Por supuesto, es una tontería lo que dicen”.
- Ética, pero no tanto, porque dispara dictaduras
“Todos los gobiernos tienen que tener un cierto nivel ético. Indudablemente, hay ejes centrales que tiene que tener la democracia. Pero ¡cuidado con esto, eh!, porque cuando los moderados y el centro pierden gravitación aparecen estos puritanos que se llevan puesto todo. El proceso de mani pulite en Italia determinó la construcción y el liderazgo de Berlusconi. En la Alemania de la etapa del 30, de la crisis del 30, en la degradación del sistema político alemán, de la democracia cristiana, del PC, de los partidos tradicionales, determinó el nacimiento del nazismo. ¡Cuidado con lo que está pasando en Latinoamérica! ¡Cuidado con lo que pasa en Brasil!, porque hoy hay nuevas formas”.
- La culpa es algo cristiano que a él no le toca:
“Finalmente, deseo manifestar que, si hacemos las cosas, hay que hacerlas sin culpa. Hay un libro de Marcos Aguinis llamado La cruz invertida. También puedo mencionar Elogio de la culpa. Ambos son del primer Aguinis, no de este que tiene una visión gorila. Dicen que la culpa es un problema cristiano. Yo no tengo ese problema; voto con convicciones y creo que este es el mejor camino para la Argentina.”