Era esperable: cuando las posiciones entre el gobierno y el peronismo del Congreso parecían más lejanas que nunca, sobrevino el acuerdo. Lo adelantó el lunes www.zuletasintecho.com (Ganancias; más lejos que nunca gobierno y peronismo. O sea, más cerca que nunca de arreglar https://zuletasintecho.com/2016/12/13/envion-papal-al-acuerdo-con-piqueteros-rareza-criolla-planifican-a-3-anos/ … vía @wordpressdotcom) y ese ánimo se fue confirmando a lo largo del martes 13. Mauricio Macri se fue a dormir con una decisión pendiente: si convocará hoy a una mesa de diálogo para tener una nueva reforma del impuesto a las ganancias que saque a su administración del bache en el que quedó la semana pasada, cuando el peronismo de los Diputados votó un proyecto promovido por Axel Kiciloff.
El pedido de una cumbre con el presidente a la cabeza fue un reclamo de los gobernadores y del jefe de los senadores del PJ, Miguel Pichetto. Hasta anoche, Macri no había respondido a ese pedido, que le da el atajo más apropiado para convertir una derrota –que tiene bastante de leyenda– en un giro que le permita retomar la iniciativa.
El martes 13 fue auspicioso para el gobierno, que justifica – en boca del presidente – el envío de un proyecto sin los votos asegurados, en la intención de sacar el tema ganancias del debate preelectoral, fuera cual fuese el resultado. La evaluación que hizo Macri hace dos semanas ante la mesa de coordinación del gabinete fue que era mejor “morir con las botas puestas”, que avanzar después de verano hacia una campaña con el debate sobre ganancias abierto (ver: Ganancias: Macri privilegió cerrar el debate – Vía @iecoclarin – http://clar.in/2gNAdbJ). Ese tema es el ariete de la oposición política y sindical, y hiere al gobierno en su credibilidad ante el público de clase media, en que ancló hasta ahora el gobierno su propia gobernabilidad.
Aquí una síntesis de los factores que desencadenaron la postergación del dictamen de la comisión de Presupuesto y la sesión que iba a promover hoy el peronismo en el Senado:
- Un factor principal fue la opinión de los gobernadores de no regalarle a Sergio Massa la precedencia en esta movida. Juan Schiaretti decía hacer que había tenido una reunión con nueve mandatarios (peronistas y no peronistas) y que todos habían coincidido en su rechazo a Massa en su intento de captura del peronismo unificado.También buscaron marcar distancia con Axel Kicillof como llamador del panperonismo.
- Otro factor fue la tablita de Abad, que este sitio publicó el lunes, que exhibió el costo fiscal del proyecto Kicillof en cerca de $ 140.000 millones. Eso les dio a los gobernadores el argumento para pedir que se postergase el dictamen y la sesión. Lo probó la unanimidad que logró Rogelio Frigerio de todos los ministros de Economía de las provincias, con quienes acordó un documento.
- Abad es el héroe para el gobierno. Es un hombre del peronismo que actuó en las administraciones Menem y Kirchner, y que tiene una altísima credibilidad y respeto por parte de todos los mandatarios. “Abad es un Indec serio”, se escuchó ayer en la comisión del Senado. ¿A quién hay que creerle en estas materias tan herméticas como la política fiscal? La tablita logró que en la comisión de ayer ningún sector de la oposición pudiese lograr los 9 votos necesarios para aprobar un dictamen. Los más críticos del gobierno llegaron a reunir sólo 6 votos.
- Desde esa posición Pichetto habló por teléfono con Macri, con quien acordó congelar la pelea hasta lograr una plataforma de entendimiento. Como los gobernadores, el senador le pidió a Macri que convoque a las partes.En los diálogos privados el peronismo admite que es una enormidad que la oposición le dicte la política fiscal a un gobierno. Anoche seguían las reuniones y charlas entre Jorge Triaca y Mario Quintana con los gremios de la CGT, y de Frigerio con los mandatarios, para cerrar el formato de una mesa de negociación que les permita a todos lograr un resultado airoso para todas las partes.
- También tuvo un rol mediador decisivo el jefe del interbloque de Cambiemos, Mario Negri, que parlamentó con Pichetto y también con Marcos Peña. En esos concilios se acuñó un nuevo discurso del oficialismo, al que Negri le puso letra y música. Fue en las declaraciones que hizo en un brindis de fin de año en la cámara. Dijo Negri: “Sería una agradable noticia para mí que haya un parate en el que la política argentina decidiera frenar algo que no termina beneficiando a nadie. Se podría armar una mesa entre el Presidente, los gobernadores, la oposición y el oficialismo para discutir estas modificaciones al impuesto”.
- Negri es un crítico de la decisión de enviar el proyecto al Congreso sin haber antes asegurado los votos. Cree que en la casa de Gobierno se atiende poco a la realidad legislativa del oficialismo en el Congreso, y reclama que el ala política y territorial sea consulta antes de hacer esas cosas. Este diputado ha ganado crédito, porque también criticó el decreto que amplió el blanqueo a familiares de funcionarios. No lo escucharon antes, y ahora lo llaman para que amplíe argumentos, después de que justicia ha abierto un expediente en el que se mencionan a Macri, Peña y Alfonso de Prat Gay. Duele en política que a uno lo afilien al club de “Yo te la canté antes”. Pero este es el negocio que han elegido. El viernes hay una juntada de radicales de todo el país en Jujuy, y ahí se hablará en serio de esto.
- El peso de Negri en la mesa política del oficialismo le dio volumen a la posición del gobierno, que aprovechó esas palabras para subirse a una tarima que superaba el estancamiento de la discusión. Pichetto lo llamó al sumarse a ese ánimo, y desde la casa de Gobierno Frigerio usó esas declaraciones para terminar de cerrar la adhesión de los ministros provinciales. Macri dio a conocer una señal de paz, apenas un cuatro de copas en este truco de alta gama; el decreto eximiendo del pago de ganancias a los aguinaldos de hasta $ 15 mil. Con ánimo más sereno, hoy el Presidente encabezará una reunión de coordinación del gabinete con quienes terminará de analizar la conveniencia de convocar a la mesa de acuerdos.
La tablita de Abad: