Mauricio Macri abrió la temporada de caza- como dirían Lucas, Bugs y Elmer (https://www.youtube.com/watch?v=uzkd4ekk6vE) -: al amparo del receso de verano, firmará entre hoy y mañana el demorado proyecto de reforma del sistema de Riesgos del Trabajo, una modificación al Código aduanero y una reglamentación de las norma de migraciones. También firmará el nuevo sistema de feriados, reduciendo la cantidad.
El Macri pretoriano estuvo afilando la lapicera para aprovechar la dispersión del poder legislativo para ejercer las facultades de decidir leyes que después deberá aprobar (o no) el Congreso. Lo adelantó este cronista en la columna del diario Clarín del 6 de noviembre pasado (http://www.clarin.com/ieco/economia/Macri-pretoriano-prepara-lapicera_0_rkb3Micel.html).
Se cumple este adelanto, como el que hizo http://www.zuletasintecho.com en agosto pasado sobre que ART salía por DNU (https://zuletasintecho.com/2016/08/29/art-habra-decretazo-contra-juicios-carancho-contra-empresas-lo-imprescindibles-del-lunes/attachment/0009/).
El Presidente ejerció apenas asumió el cargo el 15 de diciembre de 2015 esa posibilidad ante la minoría que el oficialismo tiene en las dos cámaras. Con la pluma pretoriana envió los pliegos de dos nuevos miembros de la Corte que el Congreso terminó aprobando, y fulminó el polémico programa de la llama Ley de Medios, entre otros.
Esta vez la situación es la misma que en el verano pasado, aunque ha ganado un año de experiencia. En particular experiencia legislativa, lo que le permitió a Cambiemos aprobar más de un centenar de leyes, la mayoría de iniciativa del Poder Ejecutivo. Se suma que los cuatro proyectos que discutió en la primera reunión de coordinación del gabinete del año, tienen sustento, aunque fuera tácito, de la oposición.
Eso le permite a Macri el lujo de mostrar fuerza ante la minoría en bancas. Son, por la materia, DNU inocuos. En la reunión de gabinete de hoy se habló de este tema y se discutió la posibilidad de que la oposición alguna vez responda con otro alarde de fuerza, y le voltee algún decreto, aunque sea inocuo. Macri firmó en 2016 más DNU que los presidentes Kirchner en cada año. Explicable porque es minoría. Pero ninguno ha sido rechazado con el voto de las dos cámaras. Es algo que no será eterno.
- El proyecto de reforma de la ley de ART lo intentó firmar Macri por DNU en agosto pasado, pero eran momentos difíciles para ir a la pelea. Venía el Presupuesto y la reforma política y había que controlar la ira pretoriana. El proyecto circuló sin suerte por Diputados – tentando la posibilidad del DNU – pero decidió ingresarlo por el Senado para eludir el escollo de todos los proyectos laborales, Héctor Recalde. En la Cámara baja tuvo el apoyo del Frente Renovador en la figura de José Ignacio de Mendiguren, como titular de la comisión de Industria. El sistema de ART está quebrado porque la norma vigente y la jurisprudencia han habilitado la doble vía de reclamo por riesgos y accidentes de trabajo. Eso ha acumulado causas por centenares de millones contra empresas. De Mendiguren, como adalid de las Pymes, llevó a medio centenar de empresarios al Congreso a respaldar el proyecto. Lo aprobó la cámara de Senadores con modificaciones que el oficialismo negoció con los sindicatos, enredados de varias maneras en el negocio de los accidentes de trabajo. Cuando debía ser tratado en Diputados, el proyecto entró en la tromba de fin de año que complicó todo por la reforma política y el del sistema de impuestos a las Ganancias. En esas frondas cayó el proyecto que ahora Macri hará ley por DNU.
- La modificación de la normas migratorias busca saciar la presión de la oposición y de un sector del público por los extranjeros que delinquen. El sistema vigente permite la expulsión de indeseables de todo tipo pero la debilidad del Estado impide que funcione. El DNU buscará más rigor en el filtro de inmigrantes con causas penales y la expulsión de quienes son detenidos por delitos y otros filtros propios del rigorismo blumbergiano que ha asolado a la legislación penal en los últimos 12 años. La sucesión de leyes Blumberg no ha ayudado mucho. Eso alimenta la percepción de que pueden haber normas duras o blandas, pero que lo peor es que no se apliquen por incompetencia o por complicidad. El proyecto gusta al peronismo que tiene como jefe a Miguel Ángel Pichetto, como agrada también al massismo, que ha prosperado siempre con proyectos de gatillo fácil, una forma de agradar al público que demanda más seguridad. Tendrá el rechazo insincero del cristinismo residual, identificado con algunas formas del garantismo que no le dieron resultado cuando gobernaban los Kirchner. Ahora que está en la oposición, tienen piedra libre para proclamarlo sin costo. “Por falta de acción no podemos permitir que el crimen siga eligiendo a la Argentina como un lugar para venir a delinquir. Necesitamos articular con los demás países para saber quién es quién. No podemos actuar después de que sucedió. Lo primero que tenemos que hacer es actuar preventivamente”, dijo ayer Macri en una conferencia de prensa.
- La reforma del código aduanero persigue la reducción del plazo para que la Aduana pueda mandar a remate o directamente disponer, por razones de interés público, el contenido de productos ingresados de manera ilegal pero que es muy complicado liberar. El gobierno calcula que hay cerca de 5 mil contenedores en diversos parques aduaneros que están paralizados por causas fiscales o penales. Muchos de ellos tienen productos que pueden ser usados por el Estado para atender a los pobres, a los enfermos o a instituciones públicas. Esos productos, además, se arruinan en los depósitos y se pierde su utilidad. Se justificará en el DNU en la necesidad de asistir a sectores desprotegidos que pueden beneficiarse de esos rezagos aduaneros.
El secretario Legal y Técnico Pablo Clusellas me dijo esta noche que los decretos están en estudio y que Macri estará mañana miércoles en condiciones de firmarlos. Ocurre esto en ausencia del principal asesor jurídico del Presidente, Fabián Rodríguez Simón, que es quien quien inspiró hace un año la serie de decretazos del recién asumido Macri. Rodríguez Simón está en Estados Unidos.
Más allá de esos DNU, sigue en estudio en el gobierno el llamado a sesiones extraordinarias para el mes de febrero. Hoy estuvieron en Casa de Gobierno los jefes legislativos del oficialismo, como Mario Negri. También estuvo Ernesto Sanz, negociador íntimo del gobierno ante Pichetto. Uno de los temas en estudio para incluir en extraordinarias es el proyecto de reforma política para instaurar la Boleta Única Electrónica. Tiene sanción de Diputados y el sector cristinista del Senado volteó el tratamiento en diciembre pasado. La intención del gobierno es relanzar el debate sobre la transparencia electoral en el que cree le lleva ventaja al peronismo que se resiste a los cambios.