El Senado convertirá en ley este miércoles el proyecto de expropiación de tierras en villas de todo el país para entregárselas a sus actuales ocupantes. Esa iniciativa conjuga esfuerzos de las más disimiles procedencias: de Mario Quintana a Juan Grabois, del papa Francisco a Mauricio Macri, y une a todos los bloques del Congreso que, como en otras iniciativas francisquistas, votan por unanimidad una idea revolucionaria. En tarde de hoy, los senadores del bloque de Miguel Pichetto recibieron a delegados de las organizaciones comprometidos con este proyecto y sus precedentes, como la ley de la economía popular de 2916 y el censo de villas promovido por el gobierno y las organizaciones que se referencian el tridente cayetano que tiene terminal en el Papa Francisco. La base de estos proyectos es la convicción de que el sistema tiene que abrir espacios para la inclusión de sectores marginados, que no son un defecto del poscapitalismo, sino su consecuencia. Esa percepción anima el proyecto principal del papado de Francisco que es promover esa visión en todo el mundo. Mauricio Macri lo entendió como pocos antes y respaldó todos los movimientos del oficialismo hacia esta ley. Francisco y Macri comparten esta visión, aunque el follaje de la crónica diario no permita percibirlo con claridad
Eso permite que la Argentina tenga desde este miércoles una ley que implica una revolución social que extenderá sus consecuencias en los años que vienen. Se hace sin sangre, con plata, y con todos los sectores cediendo algo de poder en beneficio de un interés común. Será analizado en el futuro como uno de los grandes avances de la Argentina contemporánea. Es un proyecto único en el mundo para superar un problema al que la politica convencional parecía no encontrarle salida.
En tarde de hoy, los delegados de las organizaciones comprometidas con el proyecto estuvieron con Pichetto y los senadores peronistas que tenían dudas sobre esta iniciativa. El peronismo, ya en el Diputados, puso objeciones a este entendimiento entre las organizaciones y el oficialismo. Intendentes y gobernadores se dijeron postergados en el debate previo. Se entiende porque serán los municipios y las provincias quienes deberá llevar a cabo estas expropiaciones. Las dudas del peronismo demoraron la aprobación de este proyecto que presentaron los diputados Mario Negri, Elisa Carrió y Nicolás Massot, el otro tridente que maneja el interbloque del oficialismo. En el Ejecutivo cobran Mario Quintana, ex vicejefe de gabinete e impulsor de la iniciativa, y Carolina Stanley, ministro de Desarrollo Social y valedora hoy de las relaciones entre el oficialismo y los sectores d la economía popular. Esta aprobación es clave para la coyuntura, porque las organizaciones sociales on hoy garantes de la paz social en las calles. Siguen el dictamen del papa Francisco de que no debe haber desorden y menos en tiempos de crisis como estos.
En la reunión con Pichetto y los senadores estuvieron Grabois, Fernanda Miño de La Cava, Lila Calderón de Barrio Obrero Cipoletti y el Movimiento La Dignidad, Norma de Barrios de Pie Villa Inflamable (de la Mesa Nacional de Barrios Populares) Juan Pablo Gasme de Cáritas, Daniel Field de TECHO, Nacho Rico del Movimiento Evita-CTEP y Nicolas Caropresi del MTE-CTEP. Grabois, dicho sea de paso, está presentando en estos días un nuevo libro, La clase peligrosa: Retratos de la Argentina oculta (ed. Planeta).
Los antecedentes de este proyecto están en http://clar.in/2FbDhOP
El texto del proyecto que tratará el Senado es éste:
Foto principal: Miguel Pichetto y Juan Grabois, entre otros dirigentes hoy en el Senado. Luz verde a la ley de expropiación de villas. Alta foto.