Cuánto mide un peronismo no K
También Urtubey ve que, si le queda resto a su biografía política, tiene que apalancarse en un distrito grande como Córdoba: el segundo en cantidad de votos y con una leyenda de autonomía partidaria. El grupo tiene en cuenta cuánto puede valer el padrón del peronismo no cristinista en una elección nacional.
En las encuestas que han medido intención de voto para 2023 calculan que está en por lo menos entre un 5% y un 7%, contra el Frente de Todos que está entre 25% y 30%.
Es presumible que esa franja del peronismo no cristinista puede crecer, porque ese silvestre 5/7% no tiene referentes ni partidarios ni candidatos. Es donde intenta cosechar adhesiones el Peronismo Republicano de Miguel Pichetto. En retrospectiva lo que significó esa opción fue variada. La dupla Massa-De la Sota capturó en las PASO presidenciales de 2015 el 20,57% de los votos (4.639.405). En la primera vuelta de ese año subieron al 21,39% (5.386.977). En 2019 la fórmula Lavagna-Urtubey alcanzó en las PASO el 8,15 % (2.081.315) y bajó en las generales que ganaron los Fernández al 6,14 % (1.649.322).
Anecdotario
Este armado espera completarse con el paso de los días, en reuniones del dúo Juan & Juan con primos de otras fuerzas. Tienen el sueño de acercar a gobernadores que en 2019 estuvieron detrás de la fórmula de Lavagna-Urtubey, como Sergio Uñac, o los socialistas que gobiernan Rosario (Mónica Fein, Pablo Javkin).
La base es Graciela Camaño, que ha lanzado el 20 de diciembre una candidatura a gobernadora de Buenos Aires por su partido Tercera Posición y que empuja el acercamiento de dirigentes como Florencio Randazzo o Diego Bossio del peronismo, Emilio Monzó del Pro o Facundo Manes del radicalismo.
En lo anecdótico, Camaño llevó antes de Navidad a Urtubey, Randazzo y Monzó a despedir el año en la parrilla El Mirasol del bajo-autopista de la Capital. Les avisó que ella lanzaba su candidatura y que esperaba que la siguieran. No es oportuno reproducir el léxico qué usó para movilizarlos. Siempre en la anécdota, que fija y da esplendor, Urtubey le informó a Schiaretti de ese encuentro, y el cordobés respondió con la invitación a mostrarse juntos en Buenos Aires. Urtubey estaba de vacaciones en el Uruguay. Viajaron especialmente para eso. No fue casualidad, y juran que no es otro amague.
(De la columna “El gobierno, amenazado por otro Frepaso”, Entretelas de la política, en Clarín de hoy – https://clar.in/3IPtLka?fromRef=twitter”)