El pago de las dietas y gastos de los parlasures será resuelto por la Corte Suprema de Justicia. El poder Ejecutivo irá en recurso extraordinario ante ese tribunal después del fallo de ayer de la cámara Nacional Electoral que ordena que el Congreso discuta en el presupuesto partidas para el Mercosur con destino al pago de los legisladores. La cámara rechazó la pretensión del parlasur por el Frente para la Victoria de Corrientes Alejandro Karlen, que reclamó le paguen un sueldo por esa representación ante el Parlamento regional.
La sentencia que firmaron Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera confirma una anterior de María Servini de Cubría que rechazó el pedido de ese legislador de que le paguen un sueldo o dieta. Los dos fallos recuerdan que existe una Disposición Administrativa de la Jefatura de Gabinete que establece el pago de viáticos para sufragar gastos de los parlasures que vayan a las sesiones en Montevideo. Con eso basta dice, pero la cámara recordó que en el sistema europeo esos gastos los hace la Unión Europea y no los países. Por eso manda a que el Congreso incluya en el presupuesto partidas al Mercosur para que se les pague,
Esta noche me dijeron en el gobierno que la Jefatura de Marcos Peña apelará con un recurso extraordinario esta indicación porque el Congreso no puede votar este tipo de partidas. Como la demanda ante la Corte superará los tiempos de debate del Presupuesto 2017, es difícil que los parlasures vean por ahora una moneda que no sean los viáticos. El argumento de ese recurso es que el pago de las dietas es una cuestión del Consejo de Mercosur, que es el que tiene que resolver el presupuesto de Parlasur. Si ese presupuesto contempla pagar las dietas a los parlamentarios directos, tiene que pedir los aportes a los países miembros. Los parlasures son funcionarios del Mercosur, no de los países miembros.
Los bloques de la oposición al gobierno de Mauricio Macri lo acusan de desfinanciar a los parlasures negándoles el pago de dietas. La intención sería quitarle volumen al Parlasur como foto de discusión política.
Para el gobierno, el Parlasur es una peña porque no puede aprobar leyes hasta que todos los países no hayan elegido por el voto a sus representantes. Eso ocurrirá desde 2019. En ese tiempo, el cuerpo puede dar recomendaciones y, según el gobierno, se las pueden arreglar con los viáticos.
El peronismo se ha unido en un bloque “popular” con representaciones de la centro izquierda de los demás países. Los representantes de Cambiemos lo han hecho con legisladores moderados y d centro derecha y entienden que la intención de los “populares” es hacer una guarida en Montevideo para ampararse ante la declinación del lulismo y el chavismo, que pierden peso político en Brasil y Venezuela.
Eso se refleja en debate como el de este jueves, en donde una moción de envío de ayuda de los países al Mercosur a Venezuela enredó a los legisladores en un largo debate de cuatro horas. Lo presentó el cordobés Humberto Benedetto, de Cambiemos-Córdoba y mocionaba por el envío de ayuda “humanitaria”. El bloque “populista” rechazó la idea con el argumento de que, si el Parlasur diagnostica crisis en Venezuela, eso puede precipitar el intervencionismo de los EE.UU. Aunque se la sacó la palabra “humanitaria”, la propuesta fue rechazada por los populares.
En la sesión de este jueves se aceptó la renuncia de la cancionista Teresa Parodi a la banca, que justificó por sus muchas ocupaciones profesionales y política (ha animado tertulias del cristinista Instituto Patria). Se entiende si ese servicio no tiene remuneración. No cree lo mismo el suplente que juró en su lugar, es el ex intendente de Avellaneda Oscar Laborde, que tuvo funciones en la Cancillería con el anterior gobierno.
El reglamento del Parlasur obliga a cierta cantidad de apariciones; por eso el comentario en Montevideo fue que puede producirse otra baja si siguen ausente el ex vicegobernador Gabriel Mariotto. Puede destapar otra vacante que iría a Carlos Aníbal López López (sic), ex secretario de Cristina de Kirchner y antiguo militantes de la fracción de Luis Delía, que hizo carrera como enlace entre la burocracia piquetera y la oficina de Oscar Parrilli.