Pocas horas antes de que el papa Francisco reciba en el Vaticano a la renunciada Procuradora General de la Nación, la nueva cúpula de obispos reclamó al Congreso reformas al proyecto oficial de ley orgánica para el ministerio fiscal. Esa ley prevé el mecanismo de destitución del Procurador General después de que la justicia declarase la inconstitucionalidad de la actual norma, que protegía a Alejandra Gils Carbó con la trinchera de 2/3 de votos para destituirla
La nueva cúpula del Episcopado firmó ayer, el mismo día cuando fue elegida, una nota dirigida a las autoridades del Congreso para que se mantenga vigente el sistema de atención judicial de cercanía en direcciones y procuradurías, en especial las que funcionan bajo el lema de ATAJO (Dirección de Acceso a la Justicia). Con esas oficinas, dice el reclamo, vienen “trabajando nuestras diócesis junto a las parroquias y el servicio pastoral en la atención cotidiana en situación de vulnerabilidad que habitan en nuestras villas y barrios”.
Gil Carbó ha sido invitada a una cumbre de fiscales de todo el mundo sobre el tráfico de personas y las mafias, que organiza la Academia Pontificia que conduce el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo. De esa cumbre participa también el legislador Gustavo Vera, que fue candidato del peronismo en las PASO de la Capital Federal.
La nueva cúpula del episcopado es presidida por el obispo de San Isidro Oscar Ojea, que no firma la nota con fecha de ayer, que sí suscribe el vicepresidente 1° Mario Poli, cardenal primado. Esta nueva conformación de la mesa de los obispos responde a las directivas del papa Francisco. Ese cuerpo ya opinó de lo que piensa del proyecto de régimen de fiscales para derogar el sancionado por anterior gobierno y desplazar, por vía de una maniobra dominó, a Gils Carbó.
Este es el texto de la presentación: