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El activista Juan Grabois lanzará en los próximos días una nueva formación política. Se llamará Frente Patria Grande y es un intento de articular la construcción que este dirigente ha hecho en las organizaciones sociales con el proceso electoral. Ese frente no participará dentro de ningún partido preexistente, aunque Grabois se sindica como peronista y tiene interlocución con Cristina de Kirchner y Hugo Moyano. La intención es convertirse en un polo de atracción de la militancia que está fuera de los partidos.

La base del Frente Patria Grande es una red de organizaciones como Izquierda Popular, entre otras, y tiene como referente en la Capital Federal al economista Itai Hagman, que participó sin mucha suerte en las PASO porteñas del PJ el año pasado.

El proyecto de Grabois es un giro en su proyecto. Hasta ahora se había diferenciado de otros dirigentes de su espacio que buscaban una articulación partidaria. Había negado la idea de formar un partido o ser candidato. Se explica por los efectos que la aspiradora electoral produce sobre las organizaciones sociales. La inminencia de las elecciones de 2019 despierta nuevos liderazgos y los partidos acuden a las organizaciones para reclutar militantes y grupos de acción. La invitación a participar en política es algo irresistible para muchos de los dirigentes y militantes. Grabois cambió de idea y comenzó a pensar en un partido para contener ese proceso que solapa la eficacia de la acción de las organizaciones, con los objetivos de pelea partidaria – lo que el macrismo llamaría la vieja política.

Aunque no está dicho, la iniciativa es un apartamiento explícito de Grabois del proyecto que se presentó el 6 de junio pasado en el estadio de Ferro. Allí se reunión un arco más amplio, el frente En Marcha, al que adherían en ese momento no sólo los dirigentes del trío de los Cayetanos (Grabois, por la CTEP, Daniel Menéndez de Barrios de Pie y Juan Carlos Alderete de la Corriente Clasista y Combativa), sino también dirigentes opositores tradicionales como Leonardo Grosso, Victoria Donda, Víctor De Gennaro, Emilio Pérsico, Felipe Solá, Daniel Arroyo, Daniel Filmus, Wado de Pedro, Juan Cabandié, Carlos Selva, Gabriela Cerruti, Juan Manuel Abal Medina, Gustavo Menéndez (el intendente de Merlo y presidente del PJ bonaerense), Antonio Bonfatti, Gabriel Katopodis y Santiago Maggiotti. La marcha del proceso electoral ha producido debates y discusiones internas que han paralizado su crecimiento. Un clásico: cada cual tira para su lado y eso resiente las ilusiones del conjunto.

Las bases del Frente Patria Grande están en elaboración, pero busca su lugar bajo el sol con consignas de este tipo:

  1. Defensa de la institucionalidad democrática. Este punto es central en la iniciativa, ya que muchos de los grupos del peronismo son atraídos por los dirigentes que buscan bloquear la acción del gobierno de Cambiemos y promueven, tácitamente, su caída. Grabois dedicó el plenario de su agrupación interna en la CTEP, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, que hizo el sábado en un local de San Telmo del sindicato de los porteros, a instruir a los delegados en las consignas de la defensa de la institucionalidad. En la columna de Clarín Avant Première lo sintetizamos en estos términos: “El debate dentro de las organizaciones por el futuro electoral es apasionante, porque lo construido por ese grupo ha superado el piqueterismo clásico y arrincona al sindicalismo formal. Pero esa fuerza se disipa por las urgencias electorales de los dirigentes. Para evitarlo, Grabois instruye a sus seguidores a que diferencien los objetivos. En el plenario del sábado de la agrupación Movimientos de Trabajadores Excluidos, su agrupación dentro de la CTEP, dijo ante los delegados de todo el país que “la política no se decide en la calle, en la calle se hacen los reclamos, pero la política se decide en las urnas”. El intento es para frenar la tentación de algunos dirigentes de emplear la fuerza callejera con finalidades destituyentes. También instruyó a los suyos con otra consigna: “Nadie va a una protesta que no sabe para qué es”. Grabois buscar mantener a las organizaciones dentro de la defensa de la institucionalidad y apartarlas de lo que cree es un plan “duhaldista” de promover la salida adelantada de Macri con asamblea legislativa, como en 2001, que va de la mano de la proscripción de Cristina Kirchner”. (https://clar.in/2Mhp3uC)
  2. Reivindicación crítica del ciclo populista de la región. Es una forma de relanzar el tercerismo latinoamericano, que brilló en su momento con el arco Chaves-Lula-Kirchner-Mugica-Correa-Bachelet-Evo. Esa revisión valora el proyecto continental, la justicia social igualitaria contra la meritocracia. Rechaza la corrupción. También reivindica a las nuevas organizaciones sociales que fueron marginadas por parte de los partidos tradicionales del área populista..
  3. El cumplimiento por parte del gobierno de los proyectos que comparte con las organizaciones, como el censo de villas, la extensión del certificado de domicilio en barrios populares, el programa trienal que votó el Congreso en 2016 bajo la forma de una ley de emergencia social, la expropiación de tierras en villas – que ya tiene dictamen de comisión en el Senado para ser convertido en ley, la emergencia alimentaria, ley de envases, etc. Todas estas iniciativas nacieron de la relación tensa pero constructiva que han tenido las organizaciones con el gobierno de Cambiemos, a partir del entendimiento de dirigentes como Grabois con el ex vicejefe de gabinete Mario Quintana y la hoy superpoderosa ministra de Desarrollo Social y Salud, Carolina Stanley.

El gobierno nacional y el de la ciudad de Buenos Aires sostienen los acuerdos con las organizaciones porque son un seguro de paz social en las calles. Las protestas de las organizaciones son masivas pero ordenadas y evitan el caos callejero y la violencia. En 2017, cuando hubo gases en los alrededores del Congreso, al votarse la reforma previsional, Grabois retiró a su gente de la calle y no hubo sangre. Eso lo reconoce el gobierno, que en respuesta ha retirado a la figura de Patricia Bullrich de las calles de Buenos Aires, y le ha dado el manejo al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. El ministro de Seguridad Martin Ocampo se dice sorprendido del nivel de organización de esos grupos y por cómo contribuyen al orden. En un país con leyenda de desorden social, al aporte de estos grupos es central en la paz social. Esto convierte a Grabois en uno de los líderes más potentes que han aparecido en los últimos años, y los políticos hacen cola para reunirse con él en busca de algún acuerdo.

Estos grupos nacieron en la Argentina en confrontación con los gobiernos Kirchner, que les negó la personería. Grabois creció en protestas ante el ministerio de Carlos Tomada, que firmó la personería de la CTEP el 8 de diciembre de 2015, dos días antes de dejar el poder el peronismo. Aquella resolución nunca se publicó y argumentó que se firmaba por indicación expresa del poder Ejecutivo. Recién cuando asumió el nuevo gobierno, Jorge Triaca reescribió y, según Grabois, mejoró ese reconocimiento en una nueva resolución, como relata en el libro “La personería social” (2017). Según el dirigente “La Res. 32/16-MTEySS es, podría decirse, la carátula de un nuevo libro de derecho laboral, un tomo más en la extensa historia jurídica del movimiento obrero argentino e internacional que espera llenar sus páginas de doctrina, jurisprudencia y normativa”[1].

El giro de Grabois hacia una estructura acorde con la institucionalidad partidaria responde, también, a un mandato tácito que explica sus movimientos. Es seguir la consigna de pacificación que les transmite el papa Francisco, que es la principal referencia de Grabois y de las organizaciones del trío Cayetano – CTEP, Barrio de Pie, CCC). Se trata de evitar que la protesta de los sectores excluidos de la economía, que alimentan a estos sellos, no deriven hacia la violencia social, en donde suelen buscar su medro las organizaciones tradicionales.

También la decisión sigue al congelamiento del ingreso de la CTEP a la CGT. Esa organización es un gremio y Grabois gestionó con Moyano la posibilidad de sentarse en la mesa directiva. Moyano buscó a Grabois en la medida de que mermaba su poder en la cúpula sindical, y fue al pie de la agenda de las organizaciones, algo nunca visto antes. Pero la salida del camionero de la CGT, dio por tierra con todo lo conversado.

El sindicalismo clásico les tiene un respeto miedoso a las organizaciones. Ven que tienen una proyección y un crecimiento exponencial frente a la crisis de la sindicalización formal. Pero temen que las devoren las estructuras. Un sindicalista del más alto nivel me dice: “Podemos compartir la agenda de las organizaciones, pero los muchachos les tienen miedo. Te piden un convenio para la prestación de salud, te afilian 15 mil tipos y en un año se te quedan con el gremio.” Es la lucha por la sobrevivencia.

Por esa razón el gobierno, presionado por los sindicalistas, ha rechazado el intento de las organizaciones ed sentarse en el Consejo del Salario.

[1] http://www.ctepargentina.org/wp-content/uploads/2017/09/personeria_social.pdf

Por Ignacio Zuleta

Periodista y consultor político. Autor del libro “Macri Confidencial: pactos, planes y amenazas” (Bs. As.: Ed. Planeta, 2016). Columnista de Política Nacional del diario Clarín. 1: Columna Entretelas de la Política, que se edita todos los domingos en el Suplemento Economía. 2: Columna Avant Première, que se edita los días lunes en la sección Política (https://www.clarin.com/autor/ignacio_zuleta.html) Editor responsable del sitio www.zuletasintecho.com. Colabora en revistas del extranjero sobre temas políticos y es columnista invitado en medios de la Argentina. Como periodista y analista ha dictado conferencias en varios países. También ha realizado coberturas internacionales en sesiones de las Naciones Unidas, países de Medio Oriente, América Latina, la crisis política en Italia, los acuerdos Malvinas entre Gran Bretaña y la Argentina, elecciones en España, México, Estados Unidos, Uruguay, Chile, México y otros países, varias sesiones del World Economic Forum (Davos, Suiza) y numerosos viajes presidenciales de mandatarios argentinos y de otros países. También ha participado de reuniones científicas y profesionales como la que organiza la Global Editors Network. Ha sido Secretario de Redacción del Diario Ámbito Financiero, Editor político de mismo diario. Durante 7 años fue además responsable de la sección “Charlas de quincho”. Fue director responsable del diario “La Mañana del Sur”, Neuquén. También fue columnista del diario La Capital (Mar del Plata). En medios radiales, tuvo actuación a cargo de programas en FM la Isla y Radio el Mundo de Buenos Aires. Conductor durante 5 años del programa de debate político “Contrastes” (Canal Metro de TV). Es doctor en Filosofía y Letras (Universidad Complutense de Madrid, España) Graduado del programa Publishing on the Web de Stanford University, Graduate College, Palo Alto, California. Es miembro del Consejo Consultivo del CARI (Consejo Argentino de Relaciones Internacionales). Es profesor de la Maestría en Magistratura y Gestión Judicial (Conadu) que organizan la Corte Suprema de Justicia de Mendoza, la Universidad Nacional de Cuyo y la Universidad de Mendoza en el módulo “Prensa y Justicia”. Es crítico literario, autor de “La Polémica Modernista” (Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1989, en curso de reedición) y de la edición crítica de “Prosas Profanas y Otros Poemas” de Rubén Darío (Madrid: Ed. Castalia, 2015). Es el editor de un volumen de las Poesías Completas de Rubén Darío para la editorial Castalia de Barcelona, España (2016). Es Miembro del Consejo Asesor del proyecto de Archivo Dariano y Obras Completas de Rubén Darío. Universidad de Tres de Febrero (2016). También es autor de trabajos de investigación publicados en órganos científicos de Estados Unidos, España y la Argentina. Recibió un premio Nacional de Literatura en la Argentina, el premio Pedro Salinas en Puerto Rico, el premio de Cultura Hispánica en Madrid (España) y el premio Alfonsina en la ciudad de Mar del Plata. Fue destacado en 2017 como uno de los cinco periodistas de la última década en la especialidad “Análisis Político” por el Jurado de los premios de la Fundación Konex Ha sido profesor titular ordinario en el Departamento de Letras de la Universidad Nacional de Mar del Plata de las cátedras de Literatura Hispanoamericana y de Literatura Española. También Decano de la Facultad de Humanidades de la UNMdP durante un mandato de tres años. Fue profesor de Literatura Española, Literatura Argentina e Hispanoamericana y de Introducción a la Literatura en la Universidad Nacional de la Patagonia. Santa Cruz, Argentina. Ha dictado cursos y conferencias sobre crítica literaria en universidades de Estados Unidos, México, Colombia, España y otros países. También ha dictado cursos y conferencias en facultades de periodismo de todo el país. ignacio@zuleta.org @izuleta www.zuletasintecho.com

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