- El escenario presenta a candidatos como Mauricio Macri y Alberto Fernández, que lo que prometen ahora es que no van a hacer más lo que hicieron antes. Es para creer que la Argentina hace un culto desmesurado a la figura del arrepentido, y que habría que consagrar algún altar a San Pontaquarto.
- Por eso los debates criollos son sketches sin discusión ni preguntas, y proponen objetivos sin sentido: ¿hace falta un debate para conocer qué piensan Macri, Pichetto, Alberto o Cristina, que han gobernado durante años? Quizás en un enlatado de exportación, para públicos exóticos que miran el mundo por el ojo de Netflix. Sólo se explica por la falta de programación atractiva en los medios audiovisuales, que siguen por detrás la agenda que establece la prensa – de papel o de pantalla, que tanto da.
- También por la debilidad de las instituciones partidarias y de los dirigentes, que se rinden ante las ONG y ante la justicia electoral, los que organizan estas algaradas: les dan una ley que obliga a los candidatos a esta performance en el oficio mudo. El formato del debate además es discriminador, porque sólo mide las destrezas actorales de los candidatos.
- Entre ellos los hay hábiles y no hábiles, como en política los hay tartamudos (como Wado de Pedro, candidato SG (Si Gana) a ministro albertista), o cuadripléjico (como Jorge Rivas, exdiputado nacional social-kirchnerista que fue además vicejefe de gabinete de Alberto). Ningún candidato en estas condiciones podría participar de un debate, aunque nadie pudiera negarle competencia política. Como tampoco a Hipólito Yrigoyen, que cambió la Argentina con la leyenda de no dar nunca un discurso en público – aunque Diego Barovero, hoy el dueño de Yrigoyen dice que es un mito y que él ha hablado por lo menos con 20 tipos que lo escucharon alguna vez.
- Quizás fuera mejor pedirles a los candidatos que superen alguna marca del Tetris, alguna prueba de ajedrez, el batido de un omelette, poner la rueda de auxilio o cambiarle los pañales a un bebé. Esas son faenas que revelan un fondo de alma apto para gobernar al soberano.
- La campaña genera políticos no binarios, es decir que no se identifican con ninguno de los géneros convencionales del oficio – ni peronistas, ni radicales, ni otra cosa, o cualquiera de ellas. Esta condición les permite una apelación al lenguaje -materia primaria de la política- en el grado cero de significación y compromiso. Dicho con simpleza periodística, pueden decir cualquier cosa y después afirmar lo contrario. La devaluación de la expresión hace triviales las campañas y los debates.
- ¿Por qué habría uno que creerles a candidatos que reclamaron leyes de arrepentimiento, o extinción de dominio, para encarcelar a quienes hoy comparten candidaturas con ellos? ¿O a quienes se despidieron de gobiernos peronistas hace una década, pasaron a la oposición frontal, sostuvieron reproches gravísimos como los referidos a la muerte del fiscal Nisman, y ahora comparten fórmula? Del otro lado, cómo creerle a quien prometió terminar con los jinetes del apocalipsis -que nadie derrumbó en el mundo-, como la pobreza, la corrupción o el narcotráfico, y cifró ahí la suerte de su mandato presidencial? No cumplió, pero en los términos que prometió en 2015, nunca iba a cumplir. Los políticos no binarios – jerga que tomo de la antropología de los sexos – son escurridizos, condición apropiada para prosperar en la era de la política líquida.
De la columna Avant Premiere de hoy, en Clarín: Políticos escurridizos, reuniones en los living y el fuego que llega de Neuquén – http://bit.ly/32eTZEu?fromRef=twitter
INFORMACIÓN AUSPICIADA
El presidente del Banco Ciudad, Javier Ortiz Batalla, destacó los avances realizados en “el primer protocolo de finanzas sostenibles de Argentina” y subrayó que el protocolo alcanzado “fue el resultado de 18 entidades firmantes junto con el BID Invest, el brazo inversor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y la Fundación Vida Silvestre”. El funcionario habló en la inauguración del el Seminario “Implementación del protocolo de finanzas sostenibles – Incorporando experiencias” organizado por la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo (ALIDE), encuentro que tiene como objetivos conocer y analizar los obstáculos que enfrentan los Bancos de Desarrollo al momento de generar productos y servicios financieros con criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG), y cómo lograr superarlos.
Ortiz Batalla agregó : “nos hemos comprometido a trabajar en cuatro ejes: el desarrollo de políticas internas, la creación de servicios y productos financieros, la optimización de los análisis para riesgos ambientales, y la cultura de sostenibilidad”, puntualizó el titular del Ciudad.
Señaló que “existe un retraso relativo de Argentina en esta materia, en comparación con otras economías de la región”, pero aseguró que “en estos últimos tiempos se produjo un importante impulso, tendiente a revertir los procesos de pérdida del autoabastecimiento energético alcanzado en la última década de fin del siglo pasado”. Indicó que “la concreción de proyectos asociados a energías renovables, llevó a que muchos bancos bajáramos las barreras y permitiéramos el acceso a financiamiento adecuado”, y remarcó que las entidades financieras comenzaron “a trabajar con organismos multilaterales de créditos para conseguir fondeo de largo plazo a tasas razonables”. Precisó que “el Banco Ciudad resultó adjudicatario de proyectos en todas la rondas del programa Renovar” de desarrollo de proyectos de generación de energías alternativas, y remarcó que “hay una cartera de préstamos verdes dentro de la general del banco”. Al respecto indicó que “ya se aprobaron préstanos verdes por US$ 40 millones, lo que representa el 10% del patrimonio neto del banco”, y destacó que “se trata de seis proyectos de energías renovables, de los cuales dos son de energía solar, dos de biomasa y dos de aprovechamientos hidroeléctricos”.
Ortiz Batalla también destacó que “en momentos de cierta tensión macroeconómica, el sistema financiero doméstico, a diferencia de otros momentos de nuestra historia, actuó como amortiguador y no propagador de la crisis”. Puntualizó que esto se debió a “la solvencia de sistema, donde en promedio el retorno al patrimonio (ROE), fue apenas inferior a la inflación, pero por encima de muchas actividades económicas”. También remarcó “el elevado nivel de liquidez, que permitió afrontar una salida importante de dólares después de las PASO que fue del 40%, sin afectar a las entidades”. Además subrayó que “no hubo descalce de monedas, lo cual facilitó la capacidad de repago de los créditos y tener un sistema calzado”, y añadió que “existen bajos niveles de morosidad que en junio alcanzaron al 4,7% en créditos al sector privado, de los 3,3% fue a nivel empresas, y en los hipotecarios UVA apenas un 0,4%”.
Finalmente, Ortiz Batalla destacó que: “En el caso del Banco Ciudad, nuestra solidez, no sólo en términos ambientales y sociales, sino también desde el punto de vista financiero y operativo, nos permite cumplir con nuestra impronta de banca social y de desarrollo, y estar muy activos durante la actual coyuntura junto a las PyMEs y los habitantes de la ciudad de Buenos Aires”.
Por su parte, el presidente del Banco Provincia, Juan Curutchet, destacó que en la entidad bonaerense se viene trabajando en los últimos años en “incorporar mejores prácticas y políticas internacionales a nuestros objetivos”. Entre ellos, destacó que está la decisión de “impulsar proyectos vinculados a principios ambientales, sociales y buen gobierno”, y aseguró que “hay todo un esfuerzo de construir una banca sustentable”. “Estamos absolutamente comprometidos con esta agenda”, afirmó Curutchet, quien destacó que “Provincia Microcréditos es la empresa más grande del país en materia a trabajadores independientes y microemprendimientos que tiene una mirada social puesta en el desarrollo”. Curutchet aseguró que “se hizo un esfuerzo consistente y exitoso de integrar a la Argentina al mundo, con acuerdos relevantes tanto institucionales, como financieros y comerciales, con un sinnúmero de países, abriendo mercados y estableciendo relaciones de equilibrio”. Asimismo destacó “las medidas internas adoptadas en las instituciones, los diseños de los productos financieros sostenibles, los desafíos en la implementación de análisis de riesgos sociales y ambientales, y el rol de la regulación de las políticas públicas en materia de sostenibilidad”.
Por último, el secretario general de Alide, Edgardo Alvarez, subrayó que “el contexto internacional es muy interesante”, y comentó que “hace una semana 130 bancos de los cinco continentes, un tercio a nivel mundial, representados principalmente por bancos privados y que representan 47.000 billones de activos, firmaron en Nueva York los principios de la banca sustentable, en el ámbito de la Organización de Naciones Unidas (ONU)”. Del encuentro participaron, entre otros, el presidente del Banco Nacional de Fomento (BNF) de Paraguay, Daniel Correa; el presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) Francisco Cabrera; la titular del Banco Nacional de Costa Rica, Jeannette Ruiz; el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Marcos Ayerra y el presidente del Banco de la Nación Argentina, Javier González Fraga; entre otros disertantes. Además, hubo una conferencia especial a cargo de Federico Seineldín, cofundador de Njambre y Arbusta.