Francisco sumó al cardenal filipino Luis Antonio Tagle al orden episcopal del colegio cardenalicio. Es un tecnicismo de la burocracia vaticana, pero ese ascenso tiene sentido porque Tagle ha sido señalado como uno de los posibles sucesores de Bergoglio como Papa.
Como responsable de “Propaganda Fide” (nombre anterior del Dicasterio de Evangelización), Tagle es el responsable de la designación de obispos en todos los territorios de misión repartidos por el mundo. Si eso es manejar lapicera, súmese la caja que significa controlar Caritas. Todo el poder al filipino.
Refuerza el mensaje hacia adentro que Francisco haya derogado cuatro normas (o cánones) para que Tagle, que es ya cardenal, pueda ser además obispo. Para serlo le fue asignada como sede la iglesia de San Felice da Cantalice en Centrocelle, una zona residencial de Roma, que en el mapa de la administración pertenecía al orden presbiterial del Colegio de Cardenales.
El colegio cardenalicio se divide en tres “ordenes”, episcopal, presbiteral y diaconal. San Felice de Cantalice pertenecía al orden presbiterial y fue asignado al orden episcopal. Eso le permite a Tagle asumir la sede y, lo más importante, participar en la elección de Decano del Colegio cardenalicio, y también ser elegido.
Esta decisión implicó la modificación de los cánones 350.1, 350.2, 352.2 y 350.3 del Código de Derecho Canónico (http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P18.HTM)
Tagle fue arzobispo de Manila, es hijo de una china, y mantiene relaciones estrechas con ese país, del cual ha dicho el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, que es el que aplica mejor la llamada Doctrina Social de la Iglesia.
Tagle tiene 63 años y en 2015 fue designado por Bergoglio presidente de Caritas Internationalis, la organización más importante de la Iglesia para sostener la ayuda a los pobres. En diciembre pasado Bergoglio lo sacó de Manila, donde era arzobispo y lo designó prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. También dispuso su reelección como responsable de Caritas. El filipino suma así dos grandes alas del pontificado de Francisco, que son la atención de los pobres y el proyecto misional.
La instalación en diciembre de Tagle en Roma puso luz sobre su personalidad. También abrió las especulaciones sobre su perfil de papable, o sea uno de los predilectos del papa Francisco para sucederlo. En el libro “El Para peronista: historia secreta de cómo Francisco opera en el día a día de la política argentina” (Bs. As.: Ariel, 2019; https://www.planetadelibros.com.ar/l-291929 vía @PlanetaLibrosAr) adelanté esa presunción.
En la capítulo final de ese libro, que se publicó en marzo de 2019, señalé el interés de Francisco en Oriente, en estos términos:
“El acercamiento [a China] llegó a su punto más alto en octubre de 2018, cuando el Vaticano reconoció a siete obispos «rebeldes» que habían sido nombrados por el Gobierno chino. Desde 1951, año de la ruptura de relaciones diplomáticas entre el Vaticano y Pekín, no había habido ningún gesto de esta dimensión. El esfuerzo y el logro señalan a un hombre, Luis Antonio Tagle, cardenal primado de Filipinas, pero cuya madre es de China y que suele visitar ese país para ver a sus padres. Cuando se habla de papables jóvenes —tiene veinte años menos que Francisco—, Tagle encabeza la lista y tiene en sus manos el principal proyecto de Bergoglio, que no es volver a la Argentina”. (pág. 429).
Esta mirada hacia Oriente del papa Francisco revela sus intereses verdaderos, que no están centrados, como presumen los políticos argentinos, sobre la agenda criolla.
Aquí la ficha técnica del cardenal Tagle, según el record oficial del Vaticano:
http://www.catholic-hierarchy.org/bishop/btaglelag.html
Foto principal: Cuernitos urbi et orbi del cardenal Tagle y el papa Francisco al saludar a la multitud con la palabra “te quiero” en el lenguaje gestual de sordomudos. Fue en Filipinas.