- Un político no puede admitir que no entiende ni tiene solución para los problemas políticos y económicos del país cuyo gobierno le ha confiado el voto popular. Si no era para aportar una solución, ¿cuál fue el propósito de Cristina de Kirchner de competir por un cargo de gobierno? Debió escuchar mejores consejos o guardar silencio. Si ella no entiende el problema y no tiene solución, ¿qué le cabe al ciudadano común que padece los males de esta crisis?
- Es un error descomunal para alguien que gobierna. La debilita y entrega argumentos en contra de los adversarios a su gobierno. Desbarata además su defensa ante la acusación de sus detractores de que haya buscado el poder para blindar una situación personal mediante las inmunidades del alto cargo que tiene.
- La declaración de Cristina de Kirchner sobre el primer año de gobierno contiene un error político difícil de concebir en una dirigente que está en el tercer mandato en el vértice del poder Ejecutivo. Junto a su marido – de quien se cumplen hoy 10 años de la muerte – habrá ocupado en 2023 dos décadas de gobierno, con la excepción de los 4 años de Mauricio Macri. Hoy prefiere estar en el escenario como un símbolo de una dinastía, Néstor, ella, Máximo – paladeando la nostalgia de realeza de una monarquía indiana, como es el peronismo de Perón-Perón (1974) y de Néstor-Cristina (2003-2007). Su entorno funciona como una corte en donde el honor transita de arriba hacia abajo, como en las comedias de Lope de Vega. Lejos de funcionarios de quita y pon, que funcionan y que no.
- La vicepresidente glosa en varios párrafos esa declaración de incomprensión: “La Argentina – afirma – es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías. Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina”.
- Hay problemas complejos en todo el mundo, como el conflicto de Medio Oriente, para citar uno. Pero ninguno de los mandatarios que lo debaten ha confesado nunca que no lo entiende o que no le encuentra solución. Para eso existe la política y la delegación de poder que hacen las sociedades a los dirigentes. Acaso por esa razón los dirigentes del peronismo – “no pocos” como dice la declaración – no quisieron que fuera presidente y la bajaron al segundo lugar en la fórmula.
- El principal mensaje que emite la vicepresidente es que no tiene ninguna explicación racional para los problemas políticos y económicos del país que gobierna. En su exposición a la opinión pública admite – como Macri – que el problema es el peronismo. Una metáfora en los dos casos. Para Macri, el peronismo es irracional y está secuestrado por Cristina. Para ella, el peronismo es descalificado por sus adversarios. Ninguno de los dos aporta ningun remedio a ese problema en el cual reside, según ellos desde diversas ópticas, un problema argentino. Un error de interpretación que expresa incomprensión de los asuntos públicos a su cargo. ¿Con qué argumentos van a volver a pedir el voto en las próximas elecciones?
- Para una mandataria con esa experiencia es un daño autoinglingido la confesión de que no entiende ese “lugar extraño” que le ha tocado gobernar. A menos de que los términos de su declaración deban ser leídos como una ironía, impropia de la dimensión de la crisis que vive el país –¿Lo sabía antes de pedir el voto? ¿Para que fue candidata si no entendía los problemas que debería resolver? No le faltaron oportunidades antes de decirlo antes, como el best-seller “Sinceramente”, título que debió darle a esta comunicación. O los años de atril hegemónico.
- Sobre el anti-peronismo dice: “Este prejuicio no encuentra explicación ni desde la política, ni desde la economía, y a esta altura me permito decir que ni siquiera desde la psicología… aunque ya les advertí que de eso no sé. Pero no quedan dudas que esta actitud incomprensible ha sido y es una de las dificultades más grandes para encauzar definitivamente a la Argentina”. Macri había pedido que no haya peronismo, o al menos este peronismo. Ella, que no haya más que peronismo. Dos proyectos imposibles.
- Quien no entiende la dialéctica peronismo/no peronismo, ni la economía bimonetaria, admite que no entiende la Argentina. ¿Cuál es el público de esa confesiones? Esa declaración no le hace perder un solo voto en el peronismo ni se lo quita a la oposición. Como los discursos de Macri, no le hacen perder votos a su fuerza ni se los saca al peronismo. Son tomas de posición de suma cero. Discursos afónicos sin destinatario.
- Esta declaración parece más una despedida que un programa de futuro. Flaco favor a un gobierno que tiene menos de un año en funciones y que tiene problemas que se parecen más a los de un fin de ciclo que a un comienzo esperanzador. Hay puerta giratoria, pero para salir, no para entrar.
Comparto algunos fragmentos del diálogo que mantuve con los colegas de TN Central Nicolás Wiñazki, Carolina Amoroso y Nacho Otero. La síntesis la publicó el diario El Intransigente en la nota “La carta de Cristina Kirchner pretende pegarle a Mauricio Macri” https://elintransigente.com/2020/10/la-carta-de-cristina-kirchner-pretende-pegarle-a-mauricio-macr/