TRANSVERSALES, LOS PRIMOS HACEN MÚSCULO
La transversalidad hace músculo con cada turno electoral. La construcción de mayorías es el objetivo central de la batalla legislativa. Tampoco es algo nuevo. El repaso que hace Diego Barovero, abogado y presidente del Instituto Nacional Yrigoyeneano aporta las piezas de ese rompecabezas.

Recoge una frase del dirigente bonaerense del radicalismo Juan Pedro Tunessi sobre las relaciones parenterales entre peronistas y radicales.
“Somos primos”, afirmó Tunessi, que es prosecretario del Senado de la Nación (reportaje en el programa “Posturas” que emite en canal Bahía Visión Color, https://youtu.be/t50c1xWgqz0 a través de @YouTube). “Las diferencias las tenemos con los kirchneristas”, agregó.

Barovero avaló esa afirmación. “Los radicales son primos de los peronistas encierra una cuota de veracidad. Más exactamente el radicalismo antipersonalista (una fuerza política relativamente sólida y con extensión territorial durante las décadas del 20 y del 30) se mudó con armas y bagajes a las tiendas peronistas cuando se estaban armando, encabezados entre otros por J Hortensio Quijano y Juan Cooke entre otros.
Los radicales estaban empezando un giro ideológico liderado por Moisés Lebensohn a quien seguían Frondizi y Balbín, con un programa izquierdizante inspirado en el laborismo inglés y los partidos socialistas democráticos que habían enfrentado al nazi fascismo. Algunas de las propuestas económicas de lo que se conoció como Programa de Avellaneda (1945, Movimiento de Intransigencia y Renovación), atemorizaron a pequeños ganaderos, productores agrarios medianos, empresarios que eran la base sociológica de aquel radicalismo que hasta entonces era un partido sin grandes definiciones ideológicas (catch all party, gracias a Yrigoyen y Alvear durante sus primeros 50 años de vida) y esto los asustó. El avance del “peligro rojo” latente propio del contexto internacional…
Algunos yrigoyenistas también se fueron al peronismo, pero los menos. Forja ya no existía. Era un ateneo de intelectuales. La leyenda dice otra cosa”.