Cristina vale lo que vale el peronismo
En el debate de la última tenida en el CFI (Consejo Federal de Inversiones) la crudeza del análisis llevó los ánimos a la exasperación. Hubo acuerdo en que, para lograr un consenso amplio en el PJ, los tres mandatarios de la trifecta presidencial tienen que habilitar el debate, pero renunciando los tres a cualquier precedencia. Cristina ya se bajó, Alberto no sabe cómo subirse a nada; Massa agita el cascabel de que si baja la inflación será candidato. “- ¿A qué? ¿A perder?”, se preguntaron en el CFI.
En ese debate se oyeron frases hirientes del tipo: “- Necesitamos el voto de Córdoba, ¿creen que lo vamos a lograr poniendo a Máximo o al Cuervo Larroque en las listas?”. Sobre Schiaretti: “- Olvidémonos del Gringo, es más amigo de Macri que otra cosa y ya tiene asegurada la sucesión en Llaryora. Lo que necesitamos es alguien a quien voten en Córdoba y también en el conurbano.” ¿Cristina? “- El 30% no es de ella, es del peronismo. Pero cada vez que llama a un sindicalista, lo trae a Yasky”, se quejó un cacique sindical.
La política es la cuadratura del círculo, y la tarea del peronismo es lograr que su ventaja competitiva de la unidad se encarne en un candidato, un programa y una estrategia que no tiene, y que le costará construir. Arrancan de una vida dedicada a peleare entre sí.
“Hagamos algo, o entreguemos la llave a Cambiemos”
La oposición enfrenta el mismo desafío. Tiene un activo imbatible que es el favor del apoyo electoral de los sectores medios de los grandes distritos, en donde gana votos y posiciones porcentuales de elección en elección. En 2019 la fórmula Macri-Pichetto ganó en cinco de los siete distritos más grandes de la Argentina y en 2021 superó al peronismo por ocho puntos.
El ejercicio standard indica que Juntos por el Cambio sacó en 2021 el 42.75% de los votos, que sumados al 8.20% de los liberistas de derecha, en ese extremo del dial, lo coloca en el 50,95%. Si el Peronismo Federal conserva el 5.65%, lleva esa chance al 56,6 %. Por el otro lado, en la presunción de que el Frente de Todos repitiese el 34.56% y sumase el 5,41% de las izquierdas, el gobierno alcanzaría un modesto 39.97%. Lo ilustró con crudeza uno de los convocantes en el CFI: “- Hagamos algo, o vayamos ya mismo a entregarle la llave del gobierno a Cambiemos. Ya sabemos qué son, que están en contra de la industria nacional, etc.”.
Gobernadores aseguran su silla
De los gobernadores que pueden asumir candidaturas hay tres que ya han tomado seguro de futuro. Sergio Uñac de San Juan, armador de la cita de esta semana en la CABA; Juan Manzur y Jorge Capitanich.
Los tres han desacoplado las elecciones a gobernador de la nacional y han cancelado las PASO provinciales. Eso los habilita a ofrecer la receta: “- Yo soy candidato en mi provincia, y después que gane, estoy para asumir lo que ustedes quieran”.
Capitanich quiere apurar los tiempos, y ha pedido desde 2019 que el PJ reestructure la conducción. Confía en que este martes, en Santiago del Estero, un encuentro con Gerardo Zamora y Omar Perotti acelere los tiempos.
Se reunirán para discutir proyectos para los Bajos Submeridionales, pero la estrategia preelectoral dominará el encuentro. Hoy reclama una mesa federal que actúe como Comisión de Acción Política, que establezca el método de las candidaturas, negocie un programa mínimo y decida una estrategia. El piño de gobernadores busca fecha para reunirse antes de fin de año. Pensaban aprovechar el acto que iba a hacerse este lunes para una reivindicación de Cristina con el PAMI de expresidentes.
(De la columna “La Corte devolvió el poder de los legisladores” -, Enytretelas de la política, en Clarín de hoy https://clar.in/3VaH7K9?fromRef=twitter)