¿Quién paga el fiasco de La Pampa?
La fragilidad de este equilibrio tiene consecuencias en la falta de una mesa sólida para las decisiones. En estos días recrudeció en el PRO el ajuste de cuentas por el resultado de las elecciones de la UCR en La Pampa. ¿Quién arrastró toda la cúpula del PRO nacional, empezando por Macri y Larreta a una derrota por 13 puntos?
¿Nadie puso a examen las consecuencias para esos dirigentes de una derrota que estaba cantada de antemano? Si vas a perder, que no se note o que parezca un accidente. Pero lo de La Pampa se parece más a un suicidio de imagen por falta de una mesa de análisis. Hasta perder puede ser parte de una estrategia ganadora. Pero hay que medir los costos.
Poner a los caciques del PRO en la foto de los perdedores de una elección con resultado cantado, y que encima los goce Martín Lousteau, es una inocentada que pasa de largo gracias al desinterés generalizado de la prensa por lo que pasa en la política. Nadie cuenta nada. La información se resuelve entre gacetillas, comunicados del poder hacia abajo, militancia o consignismo de partes.
La Vendimia, escenario pre-PASO para todos
Larreta está invitado entre el 2 y el 4 de marzo a la fiesta de la Vendimia, que será un escenario político premium para la oposición. Gerardo Morales ya aceptó ir y se exhibirá allá con Rodolfo Suárez y Gustavo Valdés. Pero Larreta debe tener para esa fecha, por lo menos adormecida la pelea de De Marchi con los radicales.
En esa vidriera vendimial debería estar Alberto Fernández, pero en Mendoza no lo quieren mucho después de laudar contra esa provincia en la pelea con La Pampa por la obra de Portezuelo del Viento.
Su ausencia es una oportunidad para ampliar el espacio de la presencia de Daniel Scioli, que viaja con un grupo de compradores de vino del Brasil. El embajador camina sin pausa hacia una protocandidatura a presidente con experiencia de baquiano. Como en 2015, hace billar a varias bancas confiando en que el tiempo es el ordenador de las voluntades.
Cree que la experiencia del PRO en 2021 demuestra que hay que hacer unas PASO amplias y con mucha participación. “No nos conviene dejarle el escenario de las PASO a la oposición, que va a atraer la atención de todos con la competencia de candidatos”, afirma.
Resiste contra la tentación del peronismo de negociar listas únicas como hizo en 2021 en Buenos Aires, método que los llevó a la derrota. Esta mirada entra en conflicto con Olivos, que cree que las listas únicas y negociadas pueden ser la clave para intentar un triunfo en primera vuelta.
Olivos apuesta a que no hay candidato del peronismo que pueda ganar un ballotage. Esta mirada diferente le da interés al debate que despuntó el jueves pasado en la sede del PJ de Matheu, pocas horas antes de que Scioli se viera el viernes en Misiones con Alberto Fernández.
(De la columna “La unidad peronista pone en alerta a la oposición” – Entrelas d la política, en Clarín de hoy https://clar.in/3xxTG9m?fromRef=twitter)