Por dónde se filtra la corrupción
Esta singularidad es algo para revisar en elecciones nacionales, porque la Argentina es, desde la reforma constitucional de 1994, un país semiparlamentario y el Congreso es la sede de las decisiones y los conflictos. En este proceso electoral se nota el nivel de conflicto en los debates que se libran en el oficialismo y la oposición en torno a las batallas legislativas.
El desinterés que tiene el elector en las candidaturas legislativas crece a la luz de los chocolatazos, como el de La Plata, que prueba lo que dicen muchos estudios sobre corrupción: su conexión con los cuerpos legislativos es estructural y sistémica.
Entre 1997 y 2001, la legislatura de Buenos Aires protagonizó un debate que terminó con la derogación de una norma sancionada bajo el gobierno de Alejandro Armendáriz (1983-1987). La ley 10370, que se derogó en 2001 en un debate entre el peronismo y la Alianza, que había ganado las legislativas de 1997, le permitía a la Legislatura provincial manejar dos cuentas de fondos reservados cuyo destino no estaba claro.
Posibilitaba el financiamiento en negro de actividades políticas; senadores y diputados podían repartir unos $ 40 millones anuales que no formaban parte del presupuesto oficial y sobre los que no había un control real. Esto equivalía a USD 40 millones por la convertibilidad. La trama platense del cajero de los ñoquis es un reflujo de aquel debate.
Un concejal tira más que una yunta de bueyes
Insaurralde, el náufrago de Marbella, estaba anotado como candidato a concejal de Lomas de Zamora, en donde es aún intendente con licencia. Renunció este lunes ¿Para qué querría pasar a ser monaguillo después de ser obispo? Me lo explica un experto internacional en corrupción –evitarla, se entiende–, a quien consulté bajo el compromiso de anonimato.
“En forma general, siempre podrás ver intereses financieros donde los legisladores son dueños de la mayoría de las acciones de compañías de servicios locales, como ser compañías de reparaciones, mecánicas, de seguridad, de provisión de servicios locales, y luego usan su poder en el legislativo para obstruir la regulación e inspección”.
“En la Argentina -sigue el experto- tenés doble problema porque hay legislativos provinciales y nacionales. Muchas de las familias de caciques del interior de Argentina son dueñas de todo y usan su influencia para acaparar más recursos, librándose de regular lo que hacen. En Argentina está a ojos vista, cuando mirás la manera en que los legislativos impiden o corrompen al judicial para beneficiarlos. Es a partir de la defensa de sus patrimonios privados que los legisladores argentinos corrompen todo lo que tocan”.
“Pueden comprar a quien se les ocurra -concluye-. Una vez que el legislativo está corrupto y se niega a regular, se niega también a dar mayor poder y espacio al sistema de justicia criminal que incluye a la policía, la cárcel y los tribunales. Como casi todos los legisladores son abogados, todos tienen bufetes y la corrupción en Argentina marcha tanto por lo judicial como por lo legislativo.”
(De la columna “Mauricio Macri 2027, radicales a pura interna y por qué hay récord de voto en blanco” – http://www.clarin.com/politica/mauricio-macri-2027-radicales-pura-interna-record-voto-blanco_0_eBEYlk1tjZ.html?fromRef=twitter)