El gobierno, el oficialismo del Congreso y la justicia electoral acordaron esta tarde una nueva modificación del pre dictamen de comisión para la reforma electoral. La Cámara Nacional Electoral ganó la pulseada y será la responsable del recuento provisorio de los votos en las elecciones nacionales, pero deberá hacerlo con los recursos del Estado. O sea que no habrá tintineos hacia los jueces.
El nuevo texto del proyecto quedará así: “La Cámara Nacional Electoral realizará el escrutinio provisorio utilizando la infraestructura y recursos tecnológicos del Estado Nacional. (Art 106° del Código Nacional Electoral)
Con ese acuerdo, el oficialismo de Cambiemos, sus amigos del frente Renovador y el bloque peronista disidente de Diego Bossio & Co, podrán aprobar en la reunión de mañana de la comisión de Asuntos Constitucionales el dictamen. Para la aprobación hace falta mayoría simple de los votos. La idea del oficialismo es ir el próximo miércoles 5 de octubre al recinto para la aprobación. En esa ocasión hacen falta 129 votos positivos, una mayoría especial porque se trata de materia electoral y así lo indica la Constitución.
El peronismo del Frente para la Victoria rechazará el dictamen sobre la base de un cúmulo de reproches que ha preparado su apoderado Jorga Landau, quien hoy estuvo en permanente consulta con el titular del PJ, José Luis Gioja. Entre esos reproches los hay técnicos, pero también jurídicos, que cuestionan la constitucionalidad del proyecto.
El acuerdo se alcanzó en una reunión que se hizo esta tarde en la oficina del ministro de Modernización Andrés Ibarra a la que concurrieron el presidente de la Comisión Pablo Tonelli, el secretario de Asuntos Políticos Adrián Pérez y los camaristas electorales Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera.
Los jueces habían adelantado el martes el rechazo del dictamen porque les quitaban control del escrutinio provisorio, que es la vidriera de todas las elecciones. En la noche de elecciones el responsable de ese proceso, que será ahora la Cámara, se convierte en la estrella de las noticias. La imagen del ex director nacional Electoral Alejandro Tullio (en estas horas en Colombia como veedor de la OEA del plebiscito sobre la paz con las FARC) en las últimas elecciones vistiendo un coqueto chaleco de campaña especial para elecciones ha debido cautivar a los jueces, que se sueñan vistiendo el uniforme del provisorio.
El ex director nacional Electoral Alejandro Tullio con la campera oficial del escrutinio provisorio que lograron vestir los camaristas electorales el año que viene. Le ganaron la pulseada al Ejecutivo y harán el recuento, pero con los fierros del ministro Ibarra. Tullio ya está en Colombia como veedor de la OEA en el plebiscito del domingo sobre la paz con las FARC.
En la reunión hubo reproches mutuos: los jueces se quejaron de que les sacaban el provisorio. Los funcionarios y el diputado respondieron que les habían dado en el proyecto todo lo que pedían. También se quejaron la virulencia de la queja, que se manifestó en el lenguaje que emplearon en la charla del martes con los diputados, en la que escucharon frases del tipo “desde ahora somos enemigos” y “les vamos a voltear la reforma”.
Forcejearon un rato y llegaron al nuevo texto: el provisorio es para la Cámara, pero los fierros los pone el Estado, que es decir Ibarra a través del Arsat. Eso evita el gasto de contratar a una empresa. La que hizo el provisorio el año pasado cobró $ 330 millones.
Eso lo lograron apelando a la confianza que se tienen algunos de los presentes, que se remonta hacia atrás a los tiempos cuando compartieron estudios en la juventud. En el clima de la reunión también hubo un clima de ajuste de cuentas porque los jueces ganaron por ejercer una presión insoportable que puso al proyecto al borde del fracaso. Saben que el principal proyecto del gobierno en materia electoral, además de eternizarse en el poder (como todos, claro) es implantar el sistema de boleta electrónica en todo el país desde 2017 y que sus interlocutores de hoy no podían permitirse esa capitulación.
Como clima de trasfondo pesó otro antecedente, más cercano en el tiempo: tanto Dalla Via como Corcuera estuvieron el año pasado en la lista corta de candidatos a ocupar las dos vacantes en la Suprema Corte de Justicia que Macri cubrió con Carlos Rozenkrantz y Horacio Rosatti. Son cosas que nadie olvida jamás.