POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA DE LA ONU, UN MECANISMO DEL CONSEJO DE SEGURIDAD LIDERADO POR LA ARGENTINA VIRGINIA GAMBA, PUDO IDENTIFICAR A LOS CULPABLES DEL USO DE ARMAS PROHIBIDAS • LE ATRIBUYÓ RESPONSABILIDAD AL GOBIERNO SIRIO EN TRES DE NUEVE CASOS INVESTIGADOS • IDENTIFICO TAMBIÉN UN CASO DE USO DE ARMAS QUIMICAS POR EL GRUPO TERRORISTA DE ISI •. EN ESTE CASO EL ARMA USADA FUE GAS DE MOSTAZA, PROHIBIDO DESPUÉS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL • 14 MIEMBROS DEL CONSEJO DE SEGURIDAD FELICITARON A GAMBA Y PIDIERON QUE CONTINUARA TRABAJANDO 12 MESES MÁS • PERO RUSIA, ALIADA A SIRIA, SE OPUSO • LA MISIÓN NO FUE EXTENDIDA A PESAR DE UNA GRAN PRESION POR PARTE DE EEUU, FRANCIA E INGLATERRA • HAY GRAN INTERÉS INTERNACIONAL EN ESTUDIAR EL METODO DE TRABAJO DEL MECANISMO QUE LOGRO LO QUE MUCHOS CONSIDERABAN IMPOSIBLE • EL METODO FUE CREADO POR GAMBA • . SU APLICABILIDAD PARA ENCONTRAR CULPABLES EN ACTOS CRIMINALES PASADOS CON EL USO DE ARMAS DE DESTRUCCION MASIVA SERA ANALIZADO POR ORGANISMOS INTERNACIONALES DE AHORA EN MAS • ESE MÉTODO SERÁ OBJETO DE UN MANUAL QUE GAMBA PRESENTARÁ EN JUNIO DE 2017
La comisión de la ONU que investiga el uso de armas químicas en la guerra en Siria, que preside la argentina Virginia Gamba, confirmó esa presunción por parte de la fuerza aérea del gobierno de Damasco y también de sus adversarios del Estado Islámico. El Mecanismo Conjunto de Investigación de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y las Naciones Unidas, entregó en las últimas horas su cuarto informe, que desarrolla el resultado de las investigaciones del grupo creado en 2015. Gamba, experta en desarme, dirigió la investigación sobre el terreno en guerra de Siria, al frente de un equipo de 22 funcionarios procedentes de 16 países, que trabajó con oficinas en Nueva York y La Haya.
El informe, elevado al Consejo de Seguridad, levantó una polémica porque Rusia, una de las potencias comprometidas en esa guerra, está desacuerdo con el producto del informe, que proyecta responsabilidades en la presunta comisión de delitos de lesa humanidad en las autoridades del gobierno sirio, además de hacerlo sobre las fuerzas del EI.
Gamba, que ha sido antes Adjunta del Alto Comisionado para el desarme de la ONU, así como Directora de la Oficina de Desarme de las Naciones Unidas en Nueva York, uno de los más altos cargos en la ONU, recibió la misión de trabajar hasta junio próximo en la redacción de un manual de procedimientos que recoja la experiencia y la metodología de esta investigación. Este pedido fue hecho directamente por el Secretario General de las Naciones Unidas.
Por la naturaleza de la tarea, la información se guarda bajo siete llaves y se trabajó en computadoras aisladas de internet, sin servicio de wi fi ni impresoras y vigiladas por sistema que impidieron que los detalles de la pesquisa estuvieran al alcance de las partes y del público. El informe final se basa sobre 200 entrevistas, más de 950 fotografías, más de 450 vídeos obtenidos de fuentes públicas y facilitados por testigos, aproximadamente 330 páginas de análisis forenses y 3.500 archivos multimedia. Tras el análisis inicial realizado por el Mecanismo, cuatro institutos forenses y de defensa reconocidos internacionalmente volvieron a analizar el material más pertinente. El método de la investigación fue inédito y creado enteramente por Gamba usando su gran experiencia en desarme.
El grupo analizó nueve casos y detectó el uso de armas químicas por lo menos en tres de ellos, todos ocurrido entre abril del 2014 y agosto del 2015. La misión fue investigar e identificar hechos y personas, pero no tuvo mandato judicial ni de establecimiento de sanciones. Las sanciones solo pueden ser efectuadas por el Consejo de Seguridad ahora que la investigación ha terminado. El caso que contiene más detalles es al ataque de helicópteros de la Fuerzas Armadas de Siria, que arrojaron material bélico con contenido de cloro industrial a modo de arma química en Talmenes (21 de abril del 2014) y en Sarmin y Qmenas (provincia de Idlib) ambos ataques del16 de marzo de 2015.
En un informe anterior, el grupo había determinado que el Estado Islámico había estado involucrado en la utilización de gas de mostaza, que es un arma química, en Marea el 21 de agosto de 2015. El informe señala que los helicópteros de las Fuerzas Armadas de Siria usados para los fines de los tres ataques atribuidos al gobierno sirio estaban al mando de la Brigada de Helicópteros 63 y que se lanzaron los mismos desde las bases aéreas de Hana y Humaymim.
El informe también indica que otras fuerzas sirias tenían acceso a helicópteros del gobierno en ese periodo de tiempo. “Durante el período en que se produjeron los incidentes investigados, las Fuerzas Armadas Árabes Sirias poseían una flota de helicópteros, incluidos helicópteros de transporte y de combate, utilizada por la fuerza aérea y la marina. Además, el Mecanismo obtuvo información de que las fuerzas especiales sirias también tenían acceso a esos helicópteros. La información reunida por el Mecanismo indicó que, además de la reubicación de los activos aéreos debido a la pérdida de algunas de las bases aéreas, que pasaron a estar en manos de los grupos armados de la oposición, hubo movimientos constantes de helicópteros de una base aérea a otra, según las necesidades operacionales, en particular de las operaciones sobre el terreno. Los activos aéreos han realizado misiones desde bases aéreas que no eran necesariamente sus bases permanentes”.
El informe señala que las autoridades sirias en algunos casos mantienen en secreto detalles de las operaciones por razones de seguridad. En otros casos el gobierno sirio mintió a los investigadores. La organización Human Rights Watch denunció que eso implica que Damasco quiere eludir responsabilidades por el resultado de este informe. Siria es firmante de la Convención contra el uso de Armas Químicas. Esa organización también ha señalado la pregunta intención del gobierno de Rusia de bloquear los resultados en la investigación de la comisión Gamba en razón de sus compromisos con el gobierno sirio. Un bloqueo de los resultados haría imposible que el Consejo de Seguridad pueda sancionar a Siria ya que Rusia posee poder de veto en el Consejo.
El informe completo fue puesto en conocimiento del Consejo de Seguridad por el propio BAN Ki-moon la semana anterior y su contenido está bajo análisis de las potencias que lo integran. Virginia Gamba defendió su informe ante el Consejo y fue felicitada por todos sus miembros, aunque Rusia cuestiono si la información provista era suficiente para lanzar sanciones sobre Siria. También está siendo estudiado desde el viernes por la Cancillería argentina. Gamba, antes de ser autoridad en la ONU, trabajó en el gobierno de Mauricio Macri como jefe de estudios de la escuela de la Policía Metropolitana. Antes fue funcionaria del gobierno de Nelson Mandela para el desarme de la sociedad en Sudáfrica. En 1995 obtuvo el Premio Nobel de la Paz (compartido) como miembro de la organización Pugwash que trabajó en Irlanda.
Magister en estrategia, Gamba es autora de uno de los libros más importantes sobre la guerra de las Malvinas, «Señales de guerra», en colaboración con el historiador Lawrence Freedman -autor además de la historia oficial de la guerra desde el ángulo británico-. Este libro ha sido editado en varias ediciones en varios idiomas y está considerado como el más profundo y completo sobre el conflicto.
El video de la preentación del informe Gamba: