El gobierno puso a sus operadores globales a trabajar en una serie de reuniones de Mauricio Macri con inversores de los Estados Unidos que tendrán lugar en la primera semana de noviembre. El viaje será los días 7 y 8 de noviembre, aprovechando que el Council of the Americas tiene una fecha reservada para la Argentina, en la cual ya estaba anotado el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. El responsable de este plan es el secretario estratégico Fulvio Pompeo, que recorre estudios de consultores y firmas de inversión para cerrar reuniones y entrevistas.
Ese viaje ya está en conocimiento de las autoridades del gobierno de los EE. UU. aunque hasta ahora la agenda concentra las actividades en Nueva York. Falta cerrar actividades que pueden llevarlo a Washington, aunque nadie admite que pueda haber un encuentro con Donald Trump.
Macri resignó viajar a Nueva York en setiembre pasado y delegó la participación del país en la asamblea de la ONU en Gabriela Michetti.
La idea de aparecer en el escenario de los EE. UU. complementa el llamado que hará el próximo lunes en la cumbre con todos los sectores en la cual planteará una agenda de proyectos de reforma para los cuales reclamará apoyo de empresarios, políticos y sindicalistas.
El viaje a la costa Este de los EE. UU. es para hace run pronunciamiento en el mismo sentido antes los inversores. Es para aprovechar el efecto del resultado electoral del domingo pasado, que reforzó a Cambiemos en el Congreso y también en la cantidad de adhesiones en el voto popular. El lema de esas apariciones de Macri es que hay hacia adelante seis años de Cambiemos, que el peronismo del signo que gobernó hasta 2015 por ahora no tiene posibilidades de volver y que el gobierno está en control de la situación.
Esa presencia de Macri en Estados Unidos precede a otro gran escenario global que será la reunión de la OMC en Buenos Aires. Eso ocurrirá en diciembre próximo y asistirán los ministros de Comercio de casi todos los países del mundo y buena parte de los jefes de Estado de la región (algunos de ellos estuvieron, como se ve en la foto principal, con Macri en Montevideo la semana pasada).
Un capítulo de esa reunión será para firmar el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Este miércoles se hizo una reunión de los embajadores de ese sistema regional con el ministerio de Comercio de España en la cual se resolvió que la firma del acuerdo se hará coincidir con la cumbre de la OMC, que será contemporánea a otra tanto o más importante. Será la preparatoria para la cumbre del G20 del año que viene en Buenos Aires.
Ese avance es significativo porque prueba el empeño del gobierno español para actuar como abogado del Mercosur ante la UE para que este acuerdo se firme. También porque supera una división de criterio que había los países integrantes del grupo regional. Uruguay se resistió a un avance en la firma si la UE no asegura la apertura del comercio a productor agropecuarios en la medida de sus intereses. La posición argentina, que siguió Brasil, es que lo importante es firmar el acuerdo y que, ya adentro, se podrá presionar, discutir y pelear por mejorar la posición del Mercosur.
De esa reunión en Madrid participaron los embajadores Ramón Puerta (Argentina), Antonio Simons (Brasil), Antonio Rivas Palacios (Paraguay) y Francisco Carlos Bustillo Bonasso (Uruguay), y la Secretaria de Comercio del Ministerio de Economía de España, Marisa Poncela (los cinco aparecen en la foto de abajo) con el fin de realizar gestiones conjuntas para lograr mayor apoyo político a las negociaciones en curso entre el Mercosur y la Unión Europea.