A pocos días de dejar el gobierno, Mauricio Macri reglamentó la ley de expropiación de tierras en las villas para entregárselas a sus ocupantes. Se trata de una de las leyes más importantes de su mandato porque fue fruto de un acuerdo político entre su gobierno, las organizaciones sociales que responden al papa Francisco y la oposición política. Es parte de un entendimiento que aseguró la paz social en la Argentina en los últimos 4 años.
Esa iniciativa conjugó esfuerzos de las más disimiles procedencias: de Mario Quintana a Juan Grabois, del papa Francisco a Mauricio Macri, y une a todos los bloques del Congreso que, como en otras iniciativas francisquistas, votan por unanimidad una idea revolucionaria. Sus precedentes fueron la ley de la economía popular de 2916 y el censo de villas promovido por el gobierno y las organizaciones que se referencian el tridente cayetano que tiene terminal en el Papa Francisco. La base de estos proyectos es la convicción de que el sistema tiene que abrir espacios para la inclusión de sectores marginados, que no son un defecto del poscapitalismo, sino su consecuencia. Esa percepción anima el proyecto principal del papado de Francisco que es promover esa visión en todo el mundo. Mauricio Macri lo entendió como pocos antes y respaldó todos los movimientos del oficialismo hacia esta ley. Francisco y Macri comparten esta visión, aunque el follaje de la crónica diario no permita percibirlo con claridad
Eso permite que la Argentina tenga una ley que implica una revolución social que extenderá sus consecuencias en los años que vienen. Se hace sin sangre, con plata, y con todos los sectores cediendo algo de poder en beneficio de un interés común. Será analizado en el futuro como uno de los grandes avances de la Argentina contemporánea. Es un proyecto único en el mundo para superar un problema al que la politica convencional parecía no encontrarle salida.
El peronismo, ya en el Diputados, puso objeciones a este entendimiento entre las organizaciones y el oficialismo. Intendentes y gobernadores se dijeron postergados en el debate previo. Se entiende porque serán los municipios y las provincias quienes deberá llevar a cabo estas expropiaciones. Las dudas del peronismo demoraron la aprobación de este proyecto que presentaron los diputados Mario Negri, Elisa Carrió y Nicolás Massot, el otro tridente que maneja el interbloque del oficialismo. En el Ejecutivo cobran Mario Quintana, ex vicejefe de gabinete e impulsor de la iniciativa, y Carolina Stanley, ministro de Desarrollo Social y valedora de las relaciones entre el oficialismo y los sectores d la economía popular. Esta aprobación es clave para la coyuntura, porque las organizaciones sociales on hoy garantes de la paz social en las calles. Siguen el dictamen del papa Francisco de que no debe haber desorden y menos en tiempos de crisis como estos.
Los detalles de la negociación están contados en los capítulos 42 a 46 del libro “El Papa peronista (https://www.planetadelibros.com.ar/l-291929 vía @PlanetaLibrosAr) y en la nota de Clarín http://clar.in/2FbDhOP
El texto de la reglamentación está en el Boletín Oficial de hoy: https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/223061/20191206
En la foto: Miguel Pichetto y Juan Grabois en la negociación previa a la aprobación de la ley de villas en el Senado-