Es oportuno con esos números bien frescos, actualizar la trilogía de los grandes enigmas argentinos:
1) A dónde van a morir los pajaritos.
2) Quién se queda con las chicas más lindas.
3) A dónde van los votos que pierde el peronismo.
Hay antecedentes llamativos que el peronismo ha intentado mitigar con la absorción de la candidatura de Grabois, una estrella de las organizaciones sociales, el voto joven, el voto francisquista y que enarbola, en sus palabra “una agenda social producto de un diálogo entre los movimientos populares del mundo y el papa Francisco” (reportaje en La Nación). También intenta mitigarlos con la espinosa contención que hace Massa del movimiento Evita, que maneja Emilio Pérsico.La advertencia para el peronismo frente a las migraciones del voto no son nuevas. En noviembre de 2021, el gobernador Gerardo Zamora, un aliado íntimo del oficialismo (tanto que tiene a su mujer como presidente provisional del Senado, dignidad que no ha tenido ni un Oscar Parrilli), obtuvo 63,17% de los votos para un nuevo mandato a gobernador. Menos de un año más tarde, en las municipales de Santiago del Estero (7 de agosto de 2022), su fuerza, el Frente Cívico, cayó al 43,5%. Todavía están buscando quién se los llevó.En Chubut, hace una semana, el peronismo unido sacó 33,48% y perdió con Cambiemos. En octubre de 2019 había sacado 52,42 en la categoría a presidente. ¿Quién se los llevó?
(De la columna “Peronismo ensamblado, la supervivencia de Macri y por cuánto viene ganando Juntos por el Cambio”, Entretelas de la política, en Clarín de hoy – https://clar.in/3YpZrlZ?fromRef=twitter)