El bloque Hacemos está dispuesto a lograr una entente con el PRO y la UCR para poner dos auditores. Tienen el dedo en el gatillo, porque si alguna de esas dos fuerzas se alía con el peronismo, que tiene 99 votos, más amigos hacia la izquierda, pueden poner los tres auditores. El voto que cada fuerza arriesgue en Diputados montará el arma. Un grupo del peronismo dice ya tener los votos para que se convoque a una sesión especial para tumbar el DNU 70 y terminar con la novela mileísta. Han llegado a tantear en el espectro del no peronismo, que espera que el gobierno deje de agredirlos para mantener el proyecto en función piloto. Hacemos admite que el radicalismo facture la changa de hacerse cargo de la reforma laboral. Pese a que esa bancada considera que es el capítulo más importante de todas las reformas que propuso el gobierno en los proyectos-bala (DNU 70 y ley ómnibus). Tanto, que en el debate sobre la ley ómnibus en el recinto, en febrero pasado, Nicolás Massot calificó la reforma laboral como “el corazón del despegue de la Argentina, que es la generación de empleo”. En esa intervención criticó haberla puesto en el DNU 70 que paralizaron los amparos. Y reclamó que se lo incorporase al debate de la ley ómnibus sobre tablas y aprobar, por lo menos, tres reformas clave: la prórroga del período de prueba, la redeterminación de las multas y los multiplicadores, y la creación del Fondo de Cese Laboral, que hoy están en los otros proyectos de la oposición amigable de las dos Cámaras.
(De la columna “De los fideicomisos a la coparticipación” Entretelas de la política, en Clarín de hoy – https://www.clarin.com/economia/fideicomisos-coparticipacion_0_lCqjThxOZt.html)