La Suprema Corte anunció que se posterga una semana la jura del nuevo juez Carlos Rosenkrantz. Será el lunes 22 de agosto y no el martes 16, que es cuando quería el gobierno. En realidad, se partió la diferencia. Rosenkrantz quería hacerlo recién el lunes 29. Un 29 de agosto de hace 23 años murió en La paz, Bolivia y el jurista Carlos Santiago Nino, mentor de Rosenkrantz, quería jurar ese día como un reconocimiento la deuda intelectual.Nino murió muy joven, a raíz de un paro cardíaco cuando llegó en a esa ciudad de Bolivia.
El martes de esta semana, en una reunión de mesa chica del gobierno, pero chica chica, casi una mesa matera, en la que se sientan dos o tres, entre ellos Mauricio Macri, discutió la conveniencia de que Rosenkrantz asumiese lo antes posible, y no a fin de mes. El nuevo magistrado supremo había pedido tiempo para cerrar asuntos pendientes de su estudio y de la universidad. Ser juez de la Corte es para toda la vida y es comprensible que quiera dejar los papeles en orden. Esa mesa consideró que, si la Corte va a ser decisiva en el trámite del conflicto de las tarifas, lo mejor es que tenga los cinco miembros sentados en el acuerdo. Más aún si los mensajes que han venido del tribunal le reprochan el Ejecutivo que no hubieran asumido antes de la feria. Tampoco el gobierno se siente tranquilo con otras señales de desdén de la Corte por las torpezas cometidas por el gobierno en la implementación del nuevo cuadro tarifario.
De esa mesa salió el martes un emisario para convencerlo a Rosenkrantz de que acelerara la jura. Éste ya había hablado con Ricardo Lorenzetti para acordar la fecha del 29 como final para la jura. Cuando este sitio publicó el jueves que la jura sería el 22, llovieron presiones sobre todos los protagonistas. Incluso sobre www.zuletasintecho.com, cuestionando que se hubiera adelantado esa información. Los maletines de escucha deben tener el registro de esos mensajes que algún wikileak relevará alguna vez, y probarán la veracidad de lo que aquí se cuenta.
Entre esa publicación hubo un debate que partió la diferencia, y la jura es el lunes 22, como informa el servicio de prensa de la Corte este viernes. Con ese movimiento de fechas Rosenkrantz quedará fuera del debate sobre el recurso extraordinario que presentó el gobierno contra una cámara de La Plata que suspendió los aumentos de tarifas y que les impide a las empresas facturar los servicios. Esa sesión, que estaba prevista también para el martes 16, puede ser trasladada al jueves. Con la nueva fecha la resolución en este nivel quedará en manos de la Corte de cuatro. La situación es ésta: 1) el gobierno paga ante el público el costo de los aumentos; 2) la justicia le impide cobrarlos; 3) el tema está en manos de Ricardo Lorenzetti y de Alejandra Gils Carbó. Parece un libreto escrito por Frankenstein.
Que intervengan todos los jueces importa en el terreno político, porque el tribunal tiene ciencia de sobra entre sus miembros y entre sus letrados para resolver el expediente. Que estuvieran los cinco quedaba mejor, pero es lo que hay.
El temor del gobierno es que la Corte pueda dar un dictamen que le formule reproches sin voltear del todo el esquema tarifario. Sí pondrá un freno para que los tribunales inferiores dicte nuevos amparos. A cambio le reclamará el gobierno que tome medidas políticas para sacar a la justicia del blanco de la opinión pública. Nadie tiene seguridad de lo que dirá finalmente, pero consta:
1) Lorenzetti es crítico de la forma como se ha conducido el ministro Juan José Aranguren y está enojado, más que enojado, porque Macri no la controla a Elisa Carrió, que lo tiene a maltraer.
2) Elena Highton tiene un dictamen firmado hace algunos años en minoría junto a Raúl Zaffaroni en el cual opinó que el tema tarifas es del Ejecutivo y que justicia no se debe meter.
3) Juan Carlos Maqueda es el guardián del federalismo y es plausible que considere el efecto que el gasto que supone mover las tarifas afecta para bien o para mal a las provincias. Su pensamiento está volcado en el fallo sobre devolución de fondos coparticipables de noviembre de 2014 del cual fue ponente principal. Ese fallo es quizás el más importante en materia de federalismo que haya producido la Corte en toda su historia.
4) Horacio Rosatti es el enigma. Está en el desfiladero porque su firma será observada durante un tiempo para saber si es pro gobierno o anti gobierno. Es una situación desgraciada para quien asume un cargo así en un país revuelto.
5) Carlos Rosenkrantz es el hombre que está sólo y espera.