ZAFFARONI YA TRABAJA EN PROYECTO REFORMISTA DE CRISTINA • ES PARA CAMBIAR EL SISTEMA QUE TIENE EL VENENOSO BALLOTAGE • TAMBIÉN PARA PONER MÁS LÍMITES A LA PRENSA • BUSCARÁ ADHESIÓN RADICAL CON BANDERA PARLAMENTARISTA • HABRÁ CUMBRE DE JURISTAS EN EL CHACO • ES UNA QUIMERA PARA TENER LISTA SI HAY CRISIS CON NEGOCIACIÓN • PERONISTAS SE LE ADELANTAN A MACRI EN EL VATICANO • GIOJA PELEA CON CÓRDOBA AL SANTO BROCHERO • SUPER MIÉRCOLES RADICAL CON INTERNISMO CON EL PRO POR ANIVERSARIO DE YRIGOYEN • LOUSTEAU YA EN OPERACIONES: CANDIDATO QUE APOYA PERO SE DIFERENCIA • CARRIO CON LA PERMITRAL DE LOS MÉDICOS • BIELSA Y LOS MONOS • PUERTA CON VARGAS LLOSA: TRUMP ES COMO MENEM • LA PREVIA DE IDEA FUE EN CENA CON 250 EMPRESARIOS
El peronismo cristinista empezó a sembrar una nueva quimera: una reforma constitucional que cambie el reglamento y le saque de encima el karma que lo desplazó el poder. El sistema que actuó a pleno en las últimas elecciones consolidó la presunción de que el peronismo está condenado al ostracismo mientras rija el ballotage. Ese sistema lo obliga a ganar sólo en primera vuelta porque una segunda repetirá en 2019 la fatalidad de 2015: que el arco del no peronismo junte más votos que ellos. A eso se refirió Cristina de Kirchner en el acto con radicales K en Atlanta; se quejó allí de que “con la actual constitución hay un desequilibrio en la relación de fuerzas entre ciudadanos y corporaciones”. Ese lamento lo compensó con una promesa, que el resto de su vida “va a estar orientado única y exclusivamente a lograr la conformación de una nueva mayoría que les permita a los argentinos volver a tener un gobierno que lo represente”. Más claro agua: reforma constitucional para sacar el ballotage y/o armar una fuerza que junte los votos para ganar en primera vuelta o que junte los partidos que permitan la ilusión de ganar en segunda. A los políticos no hay que creerles lo que dicen sino ver qué hacen. Para eso hay que mirar las agendas. Para los próximos días este sector del peronismo ha llamado a un seminario sobre reforma constitucional que animará el jurista top del kirchnerismo, Eugenio Zaffaroni. Se hará en zona liberada, Resistencia (Chaco) y convoca el gerente de ideas de ese sector, el intendente Jorge Capitanich.
Para encontrar detalles del diagnóstico de la ex presidente y sus acólitos sobre este punto, basta con leer el larguísimo speech que les atizó en Quito, Ecuador, a los anfitriones de un congreso de economía tercerista hace una semana. Allí volvió a culpar a la prensa de la derrota del peronismo el año pasado e insistió en la construcción de un frente que amplíe las chances electorales de su partido. “Hablo de un espacio – adoctrinó a los extrañados ecuatorianos que asistieron al III Encuentro Latinoamericano Progresista – donde conviven movimientos sociales, organizaciones políticas, movimientos sindicales, en fin, hablo de una amplia, de un amplio espectro que debe volver a confluir, porque se fueron articulando divisiones en lo que podemos denominar el campo nacional, popular y democrático, para finalmente culminar en algunos procesos, como en el caso de Argentina donde estuvimos en el balotaje 49 por ciento a 51 por ciento. Previamente, se había producido una división de lo que puede denominarse el campo nacional popular y democrático, pero pese al bombardeo mediático impresionante y a que algunos auguraban que en ese balotaje íbamos a perder por 10 o 12 puntos, lo cierto es que obtuvimos el 49 por ciento de los votos, y debo decir que ese crecimiento exponencial que hubo entre la primera y la segunda vuelta, que fue casi 12 puntos, no debe agradecerse a los dirigentes sino esencialmente a la movilización de la sociedad y de amplios sectores de la militancia política”.
Volvió inspirada Cristina de ese viaje; por eso en Atlanta entusiasmó a los ex radicales con esta evocación: “En Ecuador, por ejemplo, quien tiene un medio de comunicación o un diario no puede ejercer ninguna otra actividad que no sea esa, le está vedada cualquier actividad económica, claramente porque su peso específico en la sociedad al formar opinión produce conflicto de intereses entre lo que él tiene y el conjunto de la sociedad. Alguien que es banquero solamente puede dedicarse a la banca y nada más, no puede tener ninguna otra actividad, ni puede tener intereses en medios de comunicación o en telefónicas”. No es extraño al peronismo este formato corporativo, propio de las llamadas “democracias orgánicas” que inspiró el totalitarismo europeo (la España franquista fingía un Congreso integrado por representantes de corporaciones: sindicatos, empresarios, mujeres, jóvenes, etc.)
Capitanich está al tanto del plan de promover una reforma constitucional en los mismos términos que Cristina, y por eso asume el compromiso de convocar al congreso con Zaffaroni para hablar de esos cambios que el intendente chaqueño justifica en estos términos: los gobierno tienen que pensar en el largo plazo y el interés público; las corporaciones en el corto plazo y el interés privado. La pregunta es cuándo un gobierno es una corporación, como la de los políticos. O dónde está el interés público con políticos que privilegian casi siempre su interés privado. Zaffaroni tiene un argumento que creen puede ser llamador al radicalismo, porque es un abogado del parlamentarismo. Esa bandera fue siempre la de Raúl Alfonsín, que hizo todo lo que pudo para hacerla avanzar en la última reforma de 1994. El peronismo ha repudiado siempre eso y ha defendido el presidencialismo, al punto de que devaluó el último resto de esa reforma en punto a parlamentarismo que es la figura del jefe de gabinete. La bandera del parlamentarismo puede tener defensores en el radicalismo, que tiene en la Suprema Corte a uno de los ideólogos de aquella reforma, como Carlos Rozenkrantz. Este jurista debutó en la vida política trabajando en la reforma que dirigió Carlos Nino en el Consejo para la Consolidación de la Democracia en los años ’80 y que Alfonsín pactó primero con Antonio Cafiero y después con Carlos Menem. En la convención radical del diciembre de 1993 en Santa Rosa, La Pampa, que validó el pacto de Olivos, el miembro informante del proyecto reformista fue el entonces diputado nacional por Catamarca Oscar Castillo, quien explicó la necesidad de esos cambios. El redactor de su discurso fue Carlos Rozenkrantz, que siempre fue asesor de este legislador cuando ocupó bancas en Congreso (hoy es senador, y entre sus asesores hay un abogado del estudio Rozenkrantz).
Con el llamador del parlamentarismo el peronismo le pone una silla a los radicales para sentarlos a hablar de reforma. Hoy es una quimera porque los radicales tienen poder. Sólo lo haría en un momento de debilidad, como ocurrió en el pasado. Alfonsín pedía negociar en 1987 porque era débil y Cafiero se resistía hasta que perdió la interna con Menem en 1988; allí corrió a negociar, porque era débil. Menem que había ganado volteó ese intento, que recuperó cuando era débil para reelegirse en 1993 y cedió hasta la pieza clave del ballotage. Ahora el peronismo es débil y está sólo, afilando el instrumento a la espera de un oficialismo debilitado.
Con una coordinación de relojería – que obedece a que conversan con frecuencia – Capitanich le puso letra a ese frente en una declaración de este fin de semana que reproduzco textualmente porque esa minuta va a estar en los titulares en los próximos días: 1) Coparticipación automática de los recursos provenientes de los Aportes del Tesoro Nacional que implica 1 % más del total de la distribución primaria. 2). Compensar la caída en la transferencia neta el impuesto a las ganancias por modificaciones del Mínimo No Imponible mediante un aumento en la suba del porcentaje de distribución del impuesto a las ganancias del 60 al 65 % del total que se transfiere automáticamente. 3) Constituir y coparticipar un fondo de vivienda en forma automática aumentando el sistema federal a los efectos de impedir el uso discrecional del estado nacional. 4) Distribución del total del impuesto a los bienes personales y también del impuesto a las transacciones financieras. 5) Coparticipación automática de los recursos de compensación de los déficits del sistema previsional sin criterios de armonización, es decir, estableciendo un límite superior a las transferencias sin condicionamientos de manera automática.
Jorge Capitanich, ayer visitando barrios en Resistencia, fijó los temas para negociar entre el oficialismo y el peronismo para el nuevo presupuesto. Además, albergará cumbre de juristas con Zaffaroni para discutir una reforma constitucional pedida por Cristina.
Es la médula de lo que va a llevar el peronismo a debate en el nuevo presupuesto. Algo va a sacar, aunque esta lista choca con la iniciativa del resto del peronismo, el de gobernadores e intendentes, que está más dispuesto que Cristina-Capitanich a negociar gobernabilidad – es decir reparto de pesos – con el oficialismo. Es la eterna lucha: la ideología contra el morral, que debilita a la ideología hasta que ésta empieza a ser negocio para pelear poder.
La semana se dispersa en viajes interminables, miles de millas para acumular en oficialistas y opositores. Hay dos sedes, una global y otra doméstica. La global tiene varias etapas con centro en El Vaticano, que canoniza al domingo el Cura Brochero. La cita lleva a oficialismo y oposición, que se disputarán el cartel. Macri tiene cita el sábado con Francisco, pero el Papa tiene turnos para matear con peronistas desde mañana. El primero en llegar es José Luis Gioja, presidente del PJ, que estará en la misa de la mañana en Santa Marta, seguida de desayuno. También está allí desde hoy lunes el ex embajador Eduardo Valdés, representante personal de Francisco en la Argentina. Con Gioja estarán el miércoles en el partido de la Paz que se jugará en el estadio Olímpico con los dos Diegos Maradona, que están en la capital italiana desde el sábado. Ese partido lo organizan los mentores de Scholas Occurrentes, y se sumarán algunos peronistas que se quedan hasta la canonización de Brochero, como el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti y algunos intendentes de esa provincia que reclama al nuevo santo como propio. Eso se lo discute Gioja, cuya hija es monja de la congregación que custodia el santuario brocheriano. El cura gaucho, además, fue protector del bandolero sanjuanino Santos Guayama, una especie de Robin Hood de esos que le gusta exaltar a la Iglesia (como a Milagro Sala), y estuvo vinculado a la activista aborigen de la independencia Martina Chapanay, también sanjuanina.
Los dos Diego Maradona ayer en Roma, entrenando para el partido papal por la paz al que van peronistas argentinos para sacarle cartel a Mauricio Macri.
El miércoles empezarán a llegar los más de 30 embajadores que participarán entre viernes y sábado en reuniones de trabajo con la cúpula del gobierno. El viernes, en dos turnos, nos atenderá Susana Malcorra, quien les lleva un libreto sobre las realizaciones del gobierno que le han reclamado los embajadores para tener mejor letra cuando hacen gestiones. El sábado os recibe a todos Macri, después de la entrevista papal. Les hará el coaching inspiracional y zen que suele usar el presidente cuando se reúne con funcionarios. La intención de Macri es, además, conocer en persona a la mayoría, a quienes designó sin haberles visto la cara. Conoce a algunos como Ramón Puerta (España) y Luis Krekler (Alemania), pero a los demás no. Macri para esta visita ha sumado a algunos cordobeses de su gobierno, como Oscar Aguad y Ramón Mestre, con la intención de mostrarlos en el escenario exterior más visible para la clientela local.
Este viaje ha servido para hacer algo de casting, algo muy delicado en estas horas para el oficialismo, que enfrenta un súper miércoles con cuatro actos de sus socios radicales por el centenario del triunfo de Hipólito Yrigoyen en 1916, que se recortan según los moldes del internismo. Dos de ellos con claramente anti Pro, porque los organiza el comité del partido en la Capital, el único distrito adonde no existe Cambiemos y los radicales miran el poder que ayudaron a construir con la ñata contra el vidrio. Horacio Rodríguez Larreta no los ha llamado para ofrecerles cargos cuando, según la ingeniosa frase de Rafael Pascual, ya ha bajado a la salida de 4 para ofrecer puestos. ¿Se venga Horacio del desafío Lousteau de 2015? Mientras no aparezca otra, esa es la explicación. ¿Y hacia adelante? Todos confían en la acción de Macri en campaña, creyendo que en Buenos Aires se plebiscitará su gestión. Miran encuestas y a veces se preocupan como la que hizo la consultora de Gustavo Marangoni, que indica que la imagen de Macri sigue siendo buena, pero que baja en provincia de Buenos Aires y los peores números están en el conurbano bonaerense. Esa misma muestra señala ácidamente al gobierno porque encumbra a la inseguridad como la principal preocupación y la corrupción como la cuarta. La inseguridad es un problema de gestión y llegan, según la muestra de Marangoni, al extremo de que le preguntaron al público sobre la conveniencia de la justicia con mano propia. El 45% dijo estar a favor, y el 47% en contra. Ante eso el oficialismo presume que tiene en el puño a los tres presupuestos más grandes del país (Nación, Buenos Aires y Capital) y que con eso gana cualquier elección, sin necesidad de aliados radicales. Estos recuerdan que la plata le funciona al que tiene política, y que no basta con la caja. La historia los juzgará.
Los dos actos no-Cambiemos son: uno en la plaza Lavalle, adonde hablarán Emiliano Yacobitti, presidente del partido, la diputada Carla Carrizo, los historiadores Lucía Gálvez y Oscar Muiño y el yrigoyeneano Diego Barovero. A la noche, en Parque Norte, habrá 1300 comensales en una cena de recaudación de fondos en la que hay lista de espera (pasaron de 1000 a 1300 después del acto de Cristina con Leopoldo Moreau en Atlanta). Allí hablarán Yacobitti y la gran esperanza blanca Martín Lousteau, que está rosqueando en Buenos Aires desde ayer domingo. Los otros dos actos son más de Cambiemos. Uno, a las 15:30, lo organiza Ricardo Alfonsín en el Comité Provincia y van los amigos de María Eugenia Vidal. El otro, llamado de urgencia, lo organiza el propio Macri en el quincho de la residencia de Olivos. Es para la alianza en pleno y hay una lista rigurosa de 200 invitados que es el cuadro de honor del oficialismo. Hay radicales de primera magnitud que no están convocados porque son críticos del Pro. Hablarán allí José Corral, Mario Negri, Ángel Rozas, Ernesto Sanz, y el propio Macri. Sanz y Negri, que sobrevuelan internismos, estarán a la noche también en la cena de parque Norte. Por encima de inquinas de facción, el público de ese súper miércoles podrá ir por la mañana a la apertura de una mega exposición de fotografías del Archivo General de la Nación curada por Pedro Roth y Daniel Larriqueta en el renovado Museo Casa Rosada. En el CCK a cargo del inquieto Hernán Lombardi se presentará un documental audiovisual y un espectáculo de tangos de la época dedicados o con mención a Yrigoyen.
Mario Negri se prepara para el súper miércoles yrigoyenista en la fiesta de la cerveza en Villa General Belgrano, junto a su muer y la célebre “brujita” que anima esas fiestas
Cuando Lousteau esté hablando en parque Norte, Macri lo hará en la cena de apertura del coloquio de IDEA en el hotel Sheraton de Mar del Plata, que es la otra sede, local esta vez, de los desplazamientos de funcionarios y políticos. En los diversos paneles habrá entre ese día y el viernes varios ministros que hubieran querido ir al Vaticano, pero los retiene la gobernabilidad con los hombres de negocios, un padrón que le está resultando a Macri tan ríspido como el de los sindicalistas. Igual, los empresarios creen que Macri es su presidente y lo único que piden es tiempo para adaptarse a los nuevos tiempos, algo que ya les costó antes acomodarse en 2003 a la manera de ganar dinero que les impuso el peronismo de Néstor y Cristina de Kirchner, que los ayudaron a ganar fortunas. ¿Qué pudieron haber ganado más? Lo mejor es enemigo de lo bueno, les responden los peronistas, que no estarán como en otros años en IDEA. Faltará un clásico como Daniel Scioli, hoy encerrado en una recomposición de su carrera que no pasa por los hombres de negocios de quien fue ídolo durante años. Después de IDEA, Macri partirá hacia El Vaticano, de donde regresará en la noche del domingo, después del brocherazo.
Lousteau se instaló ayer en Buenos Aires a parlamentar con el radicalismo local que lo sigue teniendo en sus papeles como candidato a diputado nacional el año que viene. Eso es un cisma dentro de la alianza de gobierno. El embajador en Washington dedicó su primer encuentro partidario, sin embargo, con su ex compañero de fórmula a la jefatura porteña, Fernando Sánchez, presidente del bloque de la Coalición Cívica en Diputados, y representante en la tierra de Elisa Carrió. La musa del ARI permaneció en su casa de Capilla del Señor con un cerco perimetral durísimo tendido por los médicos, que la quieren en reposo toda esta semana. Ella resiste y pide que la visiten, pero no es fácil llegar. Quiere estar en acción y llegó a clamar: “- ¡Organicen un asado con los amigos!”. “- ¿Qué amigos?”. “- ¡Los amigos… no sé, con Pepín…!”. El abogado Fabián Rodríguez Simón no va a poder porque va con Macri a IDEA; el lunes anterior, cuando fue operada en la clínica Austral, Carrió estaba invitada a una cena en la casa de Pepín, que había vuelto de dos semanas en Madrid, con un grupo de invitados entre quienes estaba José Torello. Los dejó solos, y habrá revancha.
Antes de iniciar ayer en Buenos Aires el maratón de conspiraciones para las elecciones de 2017, Martín Lousteau participó en Washington de un homenaje a la ex funcionaria Patricia Derian, que murió hace un mes.
Lousteau se mantiene con todos los corchetes – dirían un diplomático – abiertos. Cree que forma parte de Cambiemos, aunque Rodríguez Larreta no lo quiera, y quiere ser candidato de su electorado por dentro o por afuera de la alianza. Cree que su apoyo al gobierno tiene que hacerlo desde la diferenciación, no desde la identificación con el oficialismo porteño. Cree que, si se licua, perderá gravitación. Esto lo hablará con Macri, que tiene que decirle qué diablos quiere en la Capital el año que viene, y con Carrió, que tiene otro corchete abierto sobre el año que viene. Ella consiente cuando le dicen que va a ser candidata en la provincia de Buenos Aires, pero ahí nada está claro porque hay agrandamiento vidalista – que desperdicia el concurso de un Emilio Monzó – y plétora de nombres (Margarita Stolbizer, Jorge Macri). En la Capital le termina la banca, pero si el candidato es Lousteau no le va a hacer una interna y son dos estrellas que no admitirá un segundo lugar. Si uno imagina su autopercepción (es lo más que puede hacer un observador) puede pensar que Carrió puede llegar a quedarse en su casa dos años y recién en 2019 ser candidata a senadora por la Capital. En ese turno Macri buscará la reelección y su ayuda puede vital en esa elección. El poder de Carrió es grande en el Congreso, pero no depende de que tenga o no una banca. Y quedarse en la casa le ensancha la banda para jugar de controller del gobierno desde afuera y con más libertad de acción y de palabra.
La elección americana moviliza también a los nuestros. Se vio el viernes en la librería adonde Jorge Argüello presentó un libro sobre la coyuntura electoral, una audacia faltando tan poco para la puja Hillary-Trump. Su aparición con una “Historia urgente de los EE.UU.” convocó a un seleccionado del espacio de pertenencia de este ex diputado en listas de Macri (2003) y ex embajador de Cristina de Kirchner (ONU, Estados Unidos y Portugal), que es el peronismo de la capital. Argüello estudió de joven en ese país y volvió como representante de la Argentina años más tarde. El libro sirvió para el relanzamiento público junto a Rafael Bielsa y Julia Pomares de CIPPEC, ONG que ha sumado a Argüello en su plan de desmacrización (suma a peronistas buenos como él, Gustavo Marangoni o José Bordón). En el auditorio había mayoría peronista: Eduardo Valdés, Víctor Santa María, Raúl Garré, Orlando Olmos, Laura Velázquez, celebridades como el juez de la Corte Juan Carlos Maqueda, Miguel Pesce (hoy en el banco de Tierra del Fuego), León Arslanián, Laura Velázquez, Alejandro Tullio y, entre otros, el parlasur Daniel Filmus, que llegó tarde y se fue antes del final. O tiene mucho que hacer, o hace eso para evitar que lo saluden, que es una lata. Cerca estaba el periodista hispano-inglés Jimmy Burns, llevado por Valdés a esa librería para explicarle cosas de su amigo el Papa. Burns es un católico jesuítico que ha escrito sobre Francisco, Maradona, y anduvo por aquí buscando datos sobre Lionel Messi, porque escribe un libro sobre este jugador comparado con Cristiano Ronaldo. Participó de un coloquio con el italiano Loris Zanatta sobre el Papa en el CARI; defendió a Francisco de los dardos laicista de Zanatta, uno de los intérpretes más finos del populismo papal, que entiende como pocos. La periodista María O’Donnell, que también tiene experiencia americana, se sumó al anti-trumpismo de la mesa. Debería enterarse Hillary Clinton de las pasiones a favor que despierta en esas costas, que moviliza a peronistas como Bielsa y Argüello en su favor cuando Trump es un candidato más del formato peronista que la liberal sra. De Clinton, a favor de quien ya se manifestó Macri. Conmueve también la pasión analítica que estos dos escritores del campo nacional y popular aplican a la política exterior, en lugar de hacerlo con su propio partido, que hace agua por todos lados. Bielsa, hombre de pluma, poeta, narrador y ensayista, anunció que su próximo libro es una novela sobre la banda de narcotraficantes Los Monos, de Rosario.
Jorge Argüello se jugó en un libro sobre las elecciones de los EE.UU. a un mes de las urnas. Lo presentó en una librería con Rafael Bielsa, María O’Donnel, Julia Pomares y un seleccionado del peronismo porteño.
Más lejos de aquí, en Madrid, la elección americana motivó una reunión de empresarios y diplomáticos llamada por la Fundación Internacional para la Libertad, que se referencia en el escritor Mario Vargas Llosa y que pedalea por todo el mundo en empresario rosarino Gerardo Bongiovanni. Fue en el exclusivo Nuevo Club de Madrid, uno de los más exclusivos y tradicionales de España, una especie de Jockey Club que también prohíbe en ingreso de mujeres, una discriminación intolerante para Vargas Llosa y uno de los invitados, el embajador Ramón Puerta, dos hommes à femme. El encuentro era para escuchar un informe sobre América Latina y las elecciones de estados Unidos. Sobre lo primero, los anfitriones, cantaron loas a Mauricio Macri como el adelantado de una nueva revolución regional. También cobró el nuevo presidente del Perú Pedro Pablo Kuczynski, un empresario que es representante de la fundación en ese país.
En el grupo estaban el ex presidente de Repsol Alfonso Cortina (vicepresidente en Europa de Banco Rothschild) y Álvaro Vargas Llosa, una especie de vocero de su papá, con quien debería visitar el programa Los Leuco, que se especializa en esos parentescos, y una decena de empresarios. Todos se manifestaron en favor de Hillary Clinton en las elecciones de los EE.UU. y denostaron la eventualidad de un Trump presidente. Puerta los consoló con un dictamen original: Si llegase a ganar Trump no hay que preocuparse mucho. Es lo más parecido a Carlos Menem, o sea que va a hacer todo lo contrario de lo que está prometiendo. Y hasta puede hacer algunas cosas buenas, como ocurrió con Menem. Cortina, que convenció en los años ’90 a Menem a que le vendiera YPF, festejó el hallazgo.
Ramón Puerta con Mario Vargas Llosa y su hijo Álvaro, en el Nuevo Club de Madrid. Los tranquilizó sobre un eventual triunfo de Donald Trump: es como Menem, va a hacer lo contrario de los que promete, dijo el embajador.
Esto de la Argentina estrella en España los sigue sorprendiendo a los propios argentinos, que aprovechan para ganar amigos en ese país. A la vuelta del viaje a Roma, Madrid será ocupado por Francisco Cabrera y Miguel Braun, que llegan para hacer un road show que les organiza el asesor de la embajada argentina, Guillermo Hirschfeld. Este abogado rosarino vive hace años en Madrid y ha sido funcionario de la Fundación FAES, el think tank conservador del aznarista PP. Hirschfeld ha sido el enlace entre el PP y el Pro en campañas electorales y es uno de los fontaneros de esa relación. Se anota como responsable de un polémico documento del aznarismo más rancio, “América Latina: una agenda de Libertad”, que resumió hace una década la visión del conservadorismo madrileño sobre la América indiana, muchos de los cuales intenta desmentir la agenda exterior de Macri. También se prepara para un desembarco madrileño el senador Federico Pinedo, que lleva una agenda parlamentaria, que es lo más que se puede hacer con España, país que se acerca a un año sin poder tener un gobierno. Una muestra de la inutilidad de los sistemas en un mundo en el cual las instituciones van por la escalera y la sociedad por el ascensor.
La colectividad de negocios se entrega al coloquio de IDEA desde el miércoles, pero tuvo en la semana una previa por todo lo alto. Fue la fiesta anual de la fundación Vida Sin Violencia que presidente la psicóloga Nancy Estrada Mora, viuda del recordado empresario colombiano Jorge Estrada Mora, petrolero y productor de cine que murió el año pasado. Esta cena juntó a más de 250 empresarios de todos los rubros, que discutieron de lo divino y lo humando en uno de los salones más grandes del hotel Intercontinental. La anfitriona sentó en la mesa principal a uno de los invitados más consultados, el embajador de Colombia, el general Alejandro Navas Ramos. Venía de ocurrir en triunfo del No en el plebiscito sobre el acuerdo de las FARC y eran las horas previas al anuncio del premio Nobel a Juan Manuel Santos. Habló de eso con el cónsul de los EE.UU. Brendan O’Brien, el financista Carlos García, Antonio Estrany i Gendre (PAE) y la empresaria Trini Vergara, entre otros. En otra mesa el consultor Francisco Mezzadri era distraído con preguntas sobre su principal expertise, el negocio del gas. Era por el contenido de un informe que hizo en el CARI con fuerte críticas al formato oficial. “¿Quién va a invertir en un negocio con un producto al que le pone precio un burócrata y lo convalida una audiencia?”, ironizó en la mesa que compartió con el embajador Arnoldo Listre y la empresaria Susana Riva, viuda de Amadeo Riva. En otras mesas se ubicaron hombres de negocios que estarán en IDEA desde el miércoles, como Guillermo Noriega, Roberto Schroeder, Fernando Giliberti, Carlos Weiss, Pablo Aristizabal (creador de “Los creadores”), Mario Vázquez (Telefónica y Mercado Libre), Ernesto Ferrer (directivo de IDEA), el abogado Guillermo Lipera, el banquero Gabriel Martino (presidente del HSBC), Gustavo Castagnino (Mercedes Benz), Leonardo Sarquís (ministro de Agricultura de Buenos Aires) junto a Fabián y Gabriela Perenchodnik, Norberto Frigerio, el gerente del Intercontinental Thane Kuhlman, el presidente del Partido Demócrata de Mendoza Carlos Balter, Carlos Grimaldi, Matías Szapiro, Enrique Grotz, Eduardo Coduri, Gustavo Capatti, y Mirta Maglietta de Ernst Young. Como todos los años el animador fue el empresario petrolero Marcelo Güiscardo, que tocó el piano, su afición, y dirigió el remate con otra estrella, el ex tenista José Luis Clerc, consuegro de la organizadora de la cena.
Empresarios en la cena benéfica de la fundación Vida Sin Violencia: Pablo Aristizabal, Nancy Estrada Mora, Gabriel Martino, Thomas Hess, Guillermo Lipera, Ernesto Ferrer, Marcelo Güiscardo, José Luis Clerc, Tuté y Mario Vázquez, Brandon O’Brian, Alejandro Navas, Francisco Mezzadri, Patricia y Carlos García, Norberto Frigerio, Matías Szapiro, Ana Martínez Quijano, Trini Vergara, entre muchos otros.