La argentina Virginia Gamba, una de las expertas en estrategia y desarme de más prestigio del mundo, será la Representante Especial del secretario de la ONU, Antonio Guterres para los niños y los conflictos armados. La funcionaria ha sido hasta ahora la responsable de la Unidad de Inteligencia del Consejo de Seguridad que investiga el uso de armas químicas en Siria.
Esta designación implica un ascenso de Gamba en el organismo. Tendrá desde mayo la jerarquía de Subsecretaria General, la más alta de un argentino en la ONU y que tuvo Susana Malcorra cuando era jefe de gabinete del anterior secretario Ban ki Moon. La nueva funciòn es parte de las reformas que ha emprendido Guterres y significa un gesto de confianza hacia la experta argentina, que ha desempeñado tareas en organismos internacionales vinculadas con conflictos en todo el mundo. La comisiòn que tiene a su cargo seguirà bajo otra conducciòn y tiene mandato de trabajo hasta noviembre de este año.
La comisión investigadora que deja Gamba este mes confirmó en octubre pasado el uso de ese tipo de armamentos, prohibidos por un tratado internacional (ONU: COMISIÓN QUE CONDUCE LA ARGENTINA VIRGINIA GAMBA DETECTÓ USO DE ARMAS QUÍMICAS EN SIRIA https://zuletasintecho.com/2016/10/31/onu-comision-que-conduce-la-argentina-virginia-gamba-detecto-uso-de-armas-quimicas-en-siria/ vía @wordpressdotcom). Ese dictamen provocó un debate entre los miembros del Consejo de Seguridad sobre la continuidad de la investigación, que se prolongó para determinar las responsabilidades por el uso de esas armas. Cuando se conozcan nombres, los sospechados irán a juicio por primera vez desde que se firmó la convención que califica la utilización de ese tipo de armas como delitos de lesa humanidad.
Guterres designó también al tongano Fekitamoeloa Katoa Utoikamanu como representante para los países menos desarrollados, las pequeñas islas y las naciones sin litoral. La mauritana Pramila Patten será su representante especial para la violencia sexual en conflictos. Este tipo de hechos arrojó en 2016, según un informe de la ONU, más de 130 víctimas fatales, muchas de ellas menores de edad.
Se ignora quién reemplazará a Gamba en la comisión de armas químicas, cuya tarea se puso de relieve la semana pasada cuando Estados Unidos bombardeó una base de la aviación siria. Fue tras acusar al gobierno de ese país de haber usado ese tipo de armamento y producido decenas de víctimas.
Ese hecho tensó las relaciones con Rusia, que intentaron mejorar en las últimas horas el secretario de Estado Rex Tillerson, Vladimir Putin y su canciller Serguéi Lavrov, que se reunieron en Moscú. Ayer Rusia vetó una resolución del Consejo de Seguridad de condena de las acciones del gobierno sirio.
Expertos familiarizados con la investigación que conducía Gamba, dijeron que para determinar el uso de armas químicas se necesitan estudios de laboratorio que pueden llegar a tardar 10 días en dar los resultados. Hay bombas, agregaron ante una consulta de este sitio, que pueden llegar a producir efectos parecidos a los de las armas químicas. La represalia ordenada por Donald Trump se produjo antes de que hubieran resultados de laboratorio.
Gamba es una experta en estrategia y desarme de prestigio internacional. Es autora de los libros más importantes sobre el conflicto de Malvinas y ha vivido en Suiza, Estados Unidos y Sudáfrica, en donde coordinó el exitoso programa de desarme de sociedad civil para el presidente Nelson Mandela. Ha sido profesora en universidades de todo el mundo y fue asesora del ministerio de Defensa bajo el gobierno de Raúl Alfonsín. En 1995 compartió el Premio Nobel de la Paz como miembro de la organización pro desarme nuclear Pugwash. Por si le faltase algún crédito, en 2012 ganó un premio internacional de Poesía Mística por su libro “Proof”. Detalles de su vida los ha contado en el libro “Chocolate chino en Budapest: Experiencias y esperanzas de una mujer sin fronteras (Buenos Aires: Sudamericana, 2011).
Antes de reincorporarse a la ONU en el cargo que tiene ahora, Gamba fue durante varios años la jefa de estudios de la Escuela de la Policía Metropolitana bajo el gobierno de Macri.