RECUPERAN LOS RADICALES UN MINISTERIO • RUBINSTERIN REEMPLAZA A LEMUS • DESPLAZÓ A UN PRO QUE SE POSTULABA AL CARGO • SANZ: LA UCR TIENE QUE SER EL MOTOR DE LAS REFORMAS DE CAMBIEMOS • LA UCR DEJA DOS BANCAS EN EL BANCO NACIÓN • VAQUIÉ Y HENKE TIENEN PROPUESTAS PARA IR A JEFATURA DE GABINETE • REFUERZA CARRIÓ BRIGADA DE VIGILADORES • MACRI SUMA GOBERNDORES Y LEGISLADORES AL VIAJE A ESTADOS UNIDOS • YA ESTÁN ANOTADOS SCHIARETTI Y BORDET, PINEDO Y NEGRI • ANTES TENDRÁ VISITAS INTERNACIONALES EN BUENOS AIRES • MACRI ABRE EL VIERNES FOTO LATINOAMERICANO CON ESTRELLAS DE LA REGIÓN • ENTRE ELLAS MALCORRA
El radicalismo recuperó un ministerio. El titular de Salud anunció esta noche que se va a su casa y lo reemplazará el médico Adolfo Rubinstein, uno de los viceministros, que tiene leyenda de ser radical, aunque el partido no fue consultado sobre esta designación. No es nuevo, porque desde comienzos de año se anunciaba la salida de Lemus y la exaltación de este profesional en la cartera que está intervenida por María Cecilia Loccisano, esposa de Jorge Triaca. Rubinstein es perito en epidemias y pertenece al alma mater médica de la UCR, el Hospital Italiano, adonde se atendía Raúl Alfonsín y suelen curarse los principales caciques de esa formación. El reemplazo de Lemus era un dato firme desde diciembre pasado y se fue en cámara lenta, como quien se desangra, según la metáfora que cierra Don Segundo Sombra.
La cartera de Jorge Lemus siempre estuvo ofrecida a los radicales; José Cano, hoy plan Belgrano, fue el candidato antes de las elecciones, pero lo tumbó un lobby de la industria de los remedios (como a Rubén Torres, massista, que seguía en la lista de preferencias de Macri). Cando asumió en febrero pasado, Rubinstein pidió ser ministro, pero le dijeron: por ahora no, pero prepárate para serlo en tres o seis meses. Le tocó ahora. Estos toqueteos a la gestión de Lemus no son nuevos. En agosto pasado, el médico David Aruachan fue designado como otro de los viceministros. Este profesional que se desempañaba como delegado de José Luis Lingeri en la Superintendencia de Seguros de Salud – la caja de las obras sociales – fue citado por Gustavo Lopetegui, uno de los vicejefes de gabinete. Le ofreció el cargo que el médico aceptó en el acto. La consigna de Lopetegui: Ahora andá a Lemus y decile que vas a asumir el cargo. Se resistió un poco, pero entendió que era una prueba de lealtad en una cuestión disputada en el gabinete. De hecho, el ministro de Trabajo Jorge Triaca, de quien depende la SSS, estaba afuera de la película, al punto que le había ofrecido el mismo cargo al médico obstetra Néstor Peneda. Ni con fórceps lo desalentaron a este postulante, y eso que la mujer de Triaca es secretaria de Coordinación en Salud. En el diseño del gabinete macrista, el control del ministerio de Salud no supone el de la SSS, o sea de la plata de las obras sociales. Esto se planteó antes de asumir Macri la presidencia y hubo dos nombres para Salud (Rubén Torres y José Cano) que nunca pudieron asumir por presiones de los laboratorios. También, porque no compartían el método de que ni el ministro de Salud, ni el de Trabajo, manejen la SSS. Quedó en el camino. Todo esto se adelantó en la columna Entretelas de la Política de Clarín (Ver “Acomodando la estantería” – https://www.clarin.com/economia/acomodando-estanteria_0_SkVVNpFVe.html en Clarín del 24 de diciembre de 2016, y “El pacto sindical que le moja la oreja al kirchnerismo” – https://www.clarin.com/economia/economia/pacto-sindical-moja-oreja-kirchnerismo_0_S1mNA_pre.html. en Clarín del 8 de enero de 2017)
Esta designación, aunque no tiene patente partidaria formal, dio arranque a las reformas en el diseño del nuevo gabinete. Según los responsables del organigrama del ministerio de Modernización, habrá menos subsecretarías y un recorte en la cantidad de cargos de cada ministerio. Ayer se hablaba de que hay ministerios como Interior que sufrirán un recorte de unos 100 funcionarios políticos o jerárquicos. En ese formato quieren tener juego los radicales, que esta vez le ganaron de mano a sus adversarios internos del Pro, que promovían al médico de El Bolsón Sergio Wisky, que es diputado nacional por Río Negro. El tándem Mario Negri-Ernesto Sanz es el que cuenta hoy con más respaldos para la nueva conducción y aspiran a ser los interlocutores del Pro en los cambios. Negri es el presidente en las sombras del partido y así se mueve dentro del gobierno. Sanz lo empuja a que acepte los pedidos de radicales de todo el país para ser presidente del Comité Nacional. Negri entusiasma a Macri, que le dice Marito y le envía whatsapps cariñosos de elogio a sus apariciones en medios (“- La rompiste con Fantino” … es un mensaje recurrente), pero tiene relaciones difíciles con la mesa de los “ojos” porque lo ven como un político con partido y en creciente poder. En esa mesa se escucha: ¿conviene que Mario tenga tanto poder? Es lo que se preguntan también sobre Elisa Carrió. Estos radicales sostienen una pertenencia plena a Cambiemos. Sanz, más aún, le tomó la palabra al último Macri, que dijo que se viene un tiempo de reformismo permanente, para decir que la nueva conducción de la UCR, en manos de Negri, tiene que ser el motor del reformismo del gobierno. Para eso, dice que hacen falta 10 o 15 dirigentes que den vuelta al partido y lo dejen patas para arriba. Si eso no ocurre, profetiza, desaparecerá. “- El partido de la reforma ha sido siempre el radicalismo” y cuando se le pregunta en qué dirigentes piensa, señala a tres damas para quienes asegura un futuro decisivo: Claudia Najul (electa diputada por Mendoza), Silvia Elías (senadora por Tucumán) y Olga Brizuela (electa senadora por La Rioja).Los dos dirigentes valoran los esfuerzos de Macri por mantener íntegra la asociación entre el Pro, la UCR y la Coalición, cuando dirigentes de cada una de esas formaciones buscan discutir de nuevo las condiciones de la alianza. Negri señala que, en esta elección, lo importante no es cuántos votos tiene Cambiemos, sino quién quedó afuera. ¿Quién? Nadie, salvo los disidentes de la Capital Federal que apoyaron a Martín Lousteau.
Para evocar esa vocación radical por el cambio, Macri los somete a examen con decisiones como el despido del economista radical Enrique Vaquié de la vicepresidencia del Banco Nación. Es un radical que fue superministro de Economía de Alfredo Cornejo en Mendoza, de quien se distanció y encontró un lugar como segundo de Javier González Fraga, de la mano de Sanz. Quedó enredado en el debate sobre el uso de fondos del Banco para auxiliar al gobierno en el proyecto de nuevo presupuesto. Esto dividió al gobierno; González Fraga no estaba muy de acuerdo. Cree que es mostrar un costado vulnerable del gobierno en el debate con la oposición y que esos $ 20.000 millones se pueden sacar de otro lado. Nicolás Dujovne insistió en que de algún lado hay que sacar fondos para el gasto. Fraga se molestó porque Vaquié quedó del lado de Dujovne – en su polémica con Luis Caputo – y resintió sus relaciones en el banco. Lo fue a ver a Macri y le dijo: o ellos o yo. “¿Quiénes son ellos?”, preguntó el presidente. “¿Alguien más que Vaquié?” Si, también Alejandro Henke y Luis Ribaya, dos sobrevivientes de la gestión de Carlos Melconian. Vaquié venía de algún roce con otro director con formato político, Jorge Lawson, que conserva referencias de José Manuel de la Sota, hombre fuerte de Córdoba, provincia que Macri mima personalmente porque le debe su presidencia. De ahí vendrá uno de los nuevos directores, un ex Lavagna que ha sido funcionario del intendente Ramón Mestre, Diego Dequino, a quien Javier conoció cuando era economista de la fórmula presidencial Lavagna-Gerardo Morales.
Como se trata de una crisis mansa, Macri mandó a que “recuperen” a Vaquié y le ofrecieron al mendocino que se sume al equipo de Mario Quintana, donde ya hay otro radical, Maximiliano Castillo. En esa tarea de recuperación también está interesado Rogelio Frigerio, que maneja las relaciones con las provincias, y sabe de la experiencia de Vaquié, que fue antes ministro de Economía de Roberto Iglesias, y tiene aura de estrella. Vaquié pidió tiempo para pensarlo y responderá esta semana. Como Cornejo no tiene reelección y Vaquié se anotó para la sucesión, no faltó quien pensara que el gobernador (que almorzó con Macri y una banda en gobierno el día que se conoció la crisis en el Nación) algo tuvo que ver con esa salida. Pero consta que se enteró cuando estaba en el aeropuerto, de regreso a Mendoza, y llamó a funcionarios del gobierno para saber de qué se trataba. En gobierno también hay una orden de “recuperarlo” también a Henke y una advertencia que baja del vértice mismo del poder: González Fraga fue respaldado como lo sería un CEO en una empresa, pero en ésta se ha gastado una bala de plata. Que no se repita.
Para los radicales es un cañonazo perder a Vaquié en ese superministerio federal que es el Banco Nación, de donde se va ahora también el electo diputado por Entre Ríos, Atilio Benedetti. Al partido no le avisaron del despido de Vaquié, ni de su reemplazo, Juan Carlos Gómez Centurión, uno de los predilectos de Macri, que lo tuvo antes en la inspección general de la ciudad y después en la Aduana. Antes pensó en él como ministro de Defensa, pero lo bajaron los radicales de Cambiemos con el argumento de que ellos no podían bancar a un ex carapintada que se alzó contra Alfonsín. Ahora lo habilita Elisa Carrió, para el equipo de vigiladores que le pidió el gobierno: Centurión en el Nación, para mirar lo que nadie ve, y también – como se anunció – Fernando Sánchez, que sale de la banca de diputados, y que será en la Jefatura de Gabinete el vigilador de vigiladores. Estará al frente de una oficina de control y seguimiento de las otras agencias del Estado, que deben vigilar a los funcionarios. Bajo su mirada, y la de Carrió, estarán Laura Alonso (Oficina Anticorrupción), Bernardo Saravia (Procuración del Tesoro), Luis Mario y Jorge Becerra (Consejo de Supervisión Estratégica de las Compañías Públicas), Alberto Gowland (Sigen) y Eduardo Bertoni (Agencia de Acceso a la Información Pública). Este grupo deberá mostrar objetivos, cumplimiento de metas y será sometido a una auditoría permanente por parte de Sánchez, que será desde el 10 de diciembre el comisario de “compliance” para la aplicación de las Normas de Integridad, que busca imponer el gobierno en el segundo tramo de la presidencia de Macri. Éste sabe que, en la bisagra de los dos años, hay que ir poniendo los papeles en orden para brindarse ante el ánimo de los jueces criollos, que esperan que un político pierda poder, para darse por enterado de su existencia y tomarle examen de virtud. ¿Qué mejor que confiarle la vigilancia de todos a los ojos, no de él, sino de la gran fiscal que es Elisa Carrió?
Los radicales no dan abasto con los compromisos de ser oficialismo y oposición (como en la Capital). Ayer los gobernadores del partido estuvieron junto a los jefes legislativos en una reunión de ajuste fiscal con Nicolás Dujovne y Rogelio Frigerio. Querían saber qué les van a decir a los gobernadores peronistas a quienes ha llamado Macri para el viernes de la semana que viene. En la Capital, todos digieren la suspensión de las elecciones internas para nueva conducción y, más importante, nuevos delegados al comité Nacional. Habrá apelaciones y una prórroga de mandatos de las autoridades del partido hasta una elección que puede ocurrir recién después del verano. Sí caducarán los mandatos de los delegados al Comité Nacional hasta que se elijan los nuevos, por lo cual el distrito Capital no participará de la elección de la nueva conducción nacional. La prórroga frustra la intención de Enrique Nosiglia, creador de la alianza Cambiemos, que hoy juega en la oposición porteña, de ser delegado y un eventual candidato a conducir el partido. La suspensión la promovió la jueza María Servini a pedido del grupo radical macrista que tiene a Facundo Suárez Lastra como diputado electo. Se quejan de que los sacaron de los padrones. La conducción anti macrista de Emiliano Yacobitti respondió que él y otros que se cayeron del padrón partidario están afuera por el código electoral, que ordena la baja automática de un afiliado que sea candidato por otro partido. Con malicia explican que los radical-macristas quieren presentar lista contra la del oficialismo, pero que no logran tener las 130 firmas que hay que juntar en cada comuna. La carta orgánica dice que en cada una de ellas en la Capital hay que presentar 65 firmas de candidatos y otras 65 de avales, que no pueden ser de las mismas personas. De esto se habló en La Boca sede de uno de los principales punteros de Nosiglia, Víctor Hugo Zalazar (cuya esposa Patricia Vicchi es diputada de la ciudad) se celebraron los 30 años del comité de la calle Olavarría al 600 con una choriceada. Allí hubo más de 20 oradores como Yacobitti, Nosiglia y el dueño de casa, Rafael Pascual, Hernan Rossi, Carlos Macchi, Martín Sánchez presidente de la JR capital, Adrian Mastronicola entre otros. En la peña radical de los viernes en Lalín que convoca Juan Manuel Cachi Casella por la Fundación Ricardo Rojas, dirigentes porteños y bonaerenses recibieron Rosendo Fraga de quien escucharon el consejo de mantener la participación de la UCR en Cambiemos poniendo énfasis más que en lo ideológico programático en lo metodológico exigiendo el cumplimiento de normas democráticas que regulen la vida interna de la coalición a través de las PASO. Fue escuchado por una veintena de comensales entre los que estuvieron Diego Barovero, Eduardo Delle Ville, Miguel Ponce, Juan Octavio Gauna, Petty Bader, Victor De Martino, Santiago Senen González, Javier Argolo, Elena Silva, Luis Menucci, Carlos Pérez Gresia, María Teresa Flores, Jorge Cernadas, entre otros.
Menú familiar para Rosendo Fraga en la Fundación Ricardo Rojas, cueva radical que preside Juan Manuel Casella, en la foto junto a Diego Barovero
Mauricio Macri le pone oxígeno institucional al viaje a los Estados Unidos, adonde estará el lunes y martes de la semana que viene. Después de la reunión sobre consensos de hoy en el Correo, comenzaron a llegar invitaciones a gobernadores y a legisladores para sumarse a ese viaje. La lista está abierta y la encabezan ya Juan Schiavoni y Gustavo Bordet, por la liga de gobernadores. Por el Congreso van Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, y Mario Negri, presidente del interbloque de Cambiemos en Diputados. Con las horas se integrará la delegación que estará repartida entre Nueva York y Boston. La idea es mostrar el apoyo de la oposición peronista para asegurar reformas y proyectos que necesitan aval legislativo. Lo mismo que Macri quiso hacer en Davos con Sergio Massa, pero que no funcionó. Tiene previsto entrevistarse con inversores y jefe de compañía, además de participar de alguna reunión masiva en el Council of the Americas, el think tank que maneja la lobbista Susan Segal, perpetua amiga de los presidentes argentinos, que ha pasado de tomar el té en Olivos con Cristina de Kirchner a tenderle la mesa a Macri. Aún no se ha publicitado la agenda del presidente, aunque se sabe que el eje será un seminario sobre economía digital que sesionará en el consulado en Nueva York, en el Council of the Americas y en el MIT de Boston, Massachusetts. El organizador es la cancillería y el ministerio de Producción junto a Argencon, una cámara que nuclea a las empresas de servicios de asesoramiento, consultoría y auditoría, que presumen ser un porcentaje notable de les exportaciones argentinas. Por ese sello van a estar sus directivos Roberto Álvarez Roldán y Luis Galeazzi. Pero la estrella será el jefe de asesores de Macri, y apoderado del Pro, José Torello.
Ese viaje tiene cola porque Pinedo viajará directamente hacia Madrid, adonde tiene organizada una visita el Senado de España – sede hoy de la pelea de la corona contra los soberanistas republicanos de Cataluña -. También estará el jueves en una reunión con empresarios en la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), que nuclea a los principales hombres de negocios de España. Será un seminario de inversiones en el que hablarán Pinedo, funcionarios del ministerio de Finanzas y el embajador en ese país, Ramon Puerta.
La semana internacional del gobierno se inicia en realidad en las próximas horas, porque llegan al país empresarios y políticos que participarán de una sesión del Foro Latinoamericano, una conferencia internacional que suele convocar a un elenco de estrellas entre quienes están Felipe González, Ricardo Lagos, Julio Sanguinetti y algunos mandatarios, como Macri y el de Perú, Pedro Pablo Kuczynski. Macri abrirá la conferencia en la mañana del viernes, antes de viajar a los EE.UU. Estará acompañadso por Susana Malcorra, “chair” de la cumbre de la OMC que se hará en Buenos Aires en diciembre próximo. Felipe hará doblete, porque tiene previsto ser el key speaker del think tank RAP, un sello que sostiene la agenda del gobierno actual y en el cual se referencian muchos de sus funcionarios. El Foro Iberoamericano sesiona todos los años en diversos países con un elenco estable de invitados, y con conferencias locales. La agenda es el debate de la situación del continente. Ha mantenido antes reuniones en Buenos Aires, en 2001, México (2000 y 2006), Toledo (2002), Campos Do Jordao, Brasil (2003), Cartagena de Indias, Colombia (2004), Lisboa (2005), Santiago de Chile (2007), Sevilla España (2008), etc. Estos movimientos en la frontera interesan porque son el terreno de decisiones pendientes del gobierno, que esperó a las elecciones para resolver vacantes en algunas sedes clave en el mundo, como las embajadas en Estados Unidos o Francia. El tablero de postulantes es interminable, como el de las especulaciones sobre destinos posibles.