Otra cita para guapos. Alberto Fernández está invitado, con la cúpula del gobierno, a la misa en Luján por el aniversario de los 15 años de la creación de los Hogares de Cristo. El entonces arzobispo Jorge Bergoglio los impulsó para atender a jóvenes víctimas de la droga. Las invitaciones corren por cuenta del padre Pepe bajo el lema “Tenemos que lograr que en algún momento el Papa pueda venir a la Argentina”. Promete convocar a 10 mil dirigentes de todo el país comprometidos con esa causa.
Para el mismo día, un grupo del oficialismo intenta una algarada en Avellaneda para lanzarla a Cristina como candidata. Es demás el aniversario de los 50 años del triunfo de Cámpora en 1973. Fernandez prefiere ir a Luján, adonde Cristina también está invitada. Maná para la prensa cristino-dependiente, que la hay en las dos militancias. Francisco ha dejado saber a sus delegados en la Argentina que el aniversario de los 10 años de Papado, que se cumplen el lunes 13 de marzo, no le interesa mucho. Hasta parece algo disgustado por lo que se viene haciendo y publicando por iniciativas de terceros. Teme que se banalice su magisterio. El domingo 12, también en Luján, los arzobispos Oscar Ojea (de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal) y Víctor Fernández (de La Plata y referente máximo de Bergoglio entre los obispos), harán una concelebración en la basílica. Y está invitado el presidente, pero ya son demasiadas invitaciones.
(De la columna “Scioli tiempista, Macri manipulador remoto y se viene una semana de guapos” – Avant Premiere, en Clarín de hoy https://clar.in/3yhuKTP?fromRef=twitter)