La Corte da para más. Los supremos tienen sobre la mesa dos recursos que impugnan la candidatura de Gildo Insfrán a un nuevo mandato. La constitución de Formosa no tiene restricciones para los gobernadores a repetición. Pero los fallos que impugnaron los nombres de Juan Manzur y Sergio Uñac no se basaron sobre la lectura de las constituciones de San Juan y de Tucumán, sino sobre la Constitución nacional.
Los artículos 1° y 5° de la Constitución, argumentó la Corte, instauran “la forma representativa republicana federal” (1°) y ordena que las constituciones provinciales deben dictarse “bajo el sistema representativo republicano” (5°). La interpretación de esas normas, dicen los dos fallos sobre San Juan y Tucumán, debe ser efectuada de manera restrictiva, “en tanto la vigencia del sistema republicano consagrado por los artículos 1° y 5° de la Constitución Nacional presupone la periodicidad y renovación de las autoridades”.
La prisa sobre los tiempos. En Formosa se vota el 25 de junio y en la oposición confían en que la Corte les dé la razón y lo tumbe también a Insfrán, que es el presidente del Congreso del PJ y que tiene, según mandato de ese órgano partidario, la firma para regular las elecciones del Frente de Todos.
Minucias procesales
Otros protagonistas de la trama no son tan optimistas. Ya en 2005 la Corte, con otra composición, rechazó una impugnación a la reelección indefinida de Insfrán, con el argumento de que el tribunal no debía meterse en asuntos provinciales. El régimen electoral, decía, no es de competencia originaria de la Corte. El actual procurador opinó lo mismo en los casos de San Juan y Tucumán, pero esta interpretación no es vinculante. Ha dicho lo mismo la procuración en este caso de Formosa.
Como la actual Corte pareció revisar la posición anterior sobre la competencia originaria, hay alguna esperanza en la oposición de que ahora recurra otra vez a la Constitución nacional como ordenadora de las constituciones provinciales, y defienda la necesidad de preservar la periodicidad y la renovación de autoridades.
La diferencia en este caso es que los recursos de Formosa fueron presentados directamente ante la Corte, sin que se expidiesen los tribunales provinciales. Este salto de instancias -una minucia procesal que puede voltear un castillo- debilita las posibilidades de que la Corte le cambie la suerte a Insfrán. Es cuestión de horas.
Sellos globales de usos múltiples
El uso de estos sellos internacionales es funcional a la política doméstica. El gobierno de Macri desangró el PARLASUR para quitarle fuerza e impedir que se convirtiese en una unidad básica de la oposición a su gobierno. No les reconoció salario a los legisladores elegidos en 2015 y en 2019 no convocó a la renovación, pese a que la Justicia lo ordenaba. Tampoco quiso reactivar la UNASUR, a cuya parálisis contribuyó junto a Sebastián Piñera, con la creación de la fugaz PROSUR (Foro para el Progreso de América del Sur, 2018).
El gobierno de los Fernández buscó desde 2019 alguna salida a través del Grupo de Puebla, que capturó el gobierno de México pero que no ha pasado de ser otro foro declamatorio y justificador de viáticos. Lula, que compite con López Obrador en el liderazgo de la región hacia el resto del mundo, ahora propone ponerle un pulmotor a la UNASUR. Y si encuentra un lugar ahí para Cristina, habrá cumplido con ella por lo que pueda deberle.
(De la columna “Elección clave en Tucumán, el avión devaluado de Alberto Fernández y un cargo para Cristina Kirchner”, Avant Premiere, en Clarín de hoy – https://clar.in/3WAfGvX?fromRef=twitter)