En la tarde del viernes firmé el contrato para hacer la edición de un volumen de “Poesías Completas” de Rubén Darío. La publicará este año la editorial Castalia (grupo Edhasa) de España. Reunirá los libros publicados en vida de Darío y una selección de poesías dispersas. Llevará, según el compromiso firmado, un estudio preliminar y un texto fijado según el estado del arte, y con algunas notas críticas. La firma coincidió esta semana con un congreso sobre la poesía de Darío que sesionó en el teatro Margarita Xirgu y al que vivieron especialistas en el poeta de todo el mundo, durante cuatro días.
En la noche del miércoles hubo una reunión en Palermo con los más importantes invitados que incluyó cena, largo coloquio sobre temas darianos y un final con tangos en vivo. Estuvieron, entre otros, Jorge Eduardo Arellano (Nicaragua), Alfonso García Morales (España), José María Martínez (EE.UU.), María Augusta Montealegre (Nicaragua), Rocío Oviedo Pérez de Tudela (España), Alberto Paredes (México), Laura Scarano y Mónica Scarano (Argentina).
En la tarde del viernes hubo un cierre informal y lujoso del congreso con una lectura de poemas de colegas que viajaron al congreso. Fue en Pista Urbana, corazón de San Telmo, y leyeron, entre otros, Rocío, María Augusta y Alberto, que avanzó hacia una performance con acompañamiento de piano.
Ese congreso, y la edición de Darío, se hacen por el centenario de la muerte del poeta; esa celebración se extenderá el año que viene, cuando se cumplen 150 años del nacimiento. La Argentina y Buenos Aires tienen una importancia central en el desarrollo de la obra de Darío y del modernismo, como que aquí publicó el poeta su libro más importante (“Prosas Profanas y Otros Poemas”, 1986) y escribió buena parte de su obra. Este año se distribuirá la nueva edición de ese libro, publicado por Castalia bajo mi responsabilidad. Salió el año pasado en España, pero no entró hasta diciembre por las restricciones a las importaciones. Espero que el nuevo gobierno permita el ingreso de esa obra, que mejora mucho la original que preparé para Castalia en 1983, y que tuvo muy buena fortuna en los medios académicos.
La edición de las “Poesías Completas” es un desafío para un crítico, por la dimensión de la obra y todos los aspectos que hay que cuidar para que sea un aporte sólido. Lo es además porque se hace sin ningún auspicio institucional, financiero ni académico. Lo hace viable la experiencia de haber trabajado en estos temas muchos años. Cuento además, con materiales valiosos y, lo más importante, que tengo una red de corresponsales expertos darianos en todo el mundo, la mayoría de los cuales vinieron a este congreso. Me han asistido en mis obras anteriores y he renovado el compromiso de que podré contar con su ayuda. En la tarea creativa vale, más en otros terrenos, el dicho “Lo que no se da, se pierde”. Todo lo que hacemos es, ante todo, producto de la generosidad de los demás, alumnos, colegas, lectores, maestros, editores.
El final del congreso coincidió con la llegada en la mañana del viernes del original del contrato que firmé y está saliendo de vuelta a Madrid. Es para compartir, porque demuestra que no hay techo, no porque falte amparo, sino porque el cielo es el límite.
Agregado: ya se editó la nueva versión de Darío Prosas Profanas y Otros Poemas, también en Castalia (Madrid: 2015). No entró aún al país por el cepo a las importaciones, pero espero que se libere para la Feria del Libro de este año.